LA ESCUELA DEL ESPÍRITU SANTO 💘💘🙏🏻🙏🏻
El Adviento es una época del año muy bonita.
Es bonita porque nos sitúa en la espera de la venida de Cristo junto a María y , en ese sentido , nos sitúa también, unidos todos en la espera, como *Iglesia-a-la-espera.*
Esta época del año es bonita porque ya desde el comienzo del Evangelio la Iglesia se parece a María, nos parecemos a Ella o tenemos que parecernos a Ella, en la espera de Cristo. Esperamos con Ella y como Ella.
Este carácter mariológico lo tiene la Iglesia desde antes de ser Iglesia, desde que está Cristo en el seno de María.
Este carácter mariológico de la Iglesia se confirmará junto a la Cruz y en la espera del Resucitado. La Iglesia esperará siempre unida a María, y siempre como María.
Este carácter mariológico ya lo tiene la Iglesia en el Adviento. Es un sello virginal y mariológico. Es precioso ver que la Iglesia es así desde siempre, desde el principio.
También nos sitúa el Adviento al comienzo del Nuevo Testamento y, en ese sentido, casi casi unidos en la espera de nuestros "hermanos mayores", como Juan Pablo ii llamaba al pueblo judío. (Con la diferencia de que ellos continúan siempre esperando, nosotros dejamos de "esperar" en Navidad).
Nos convertimos así en el último eslabón de una espera de miles de años, de siglos, esperando al Mesías.
Siendo la nuestra una espera esperanzada (porque sabemos con certeza que viene el Mesías), nos convertimos en corazones suplicantes y deseosos.
Mejor dicho, precisamente para convertirnos en corazones suplicantes y deseosos, necesitamos convertirnos, valga la redundancia, y hacer penitencia. Por eso esta época del año, hasta Navidad, es de oración, conversión y penitencia.
Pidamos al Espíritu Santo que nos dé espíritu de conversión y de penitencia, para que nuestro corazón espere a Jesús lleno de deseos de Él. Nuestro modelo de espera siempre es María. Esperamos con Ella y como Ella.
María Dolores, virgen consagrada, archidiócesis de Madrid 💘🙏🏻