domingo, 30 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

1 DE OCTUBRE
Lc 9, 46-50


Los discípulos discutían sobre quién de ellos era el más importante y Jesús les dijo "El más pequeño de vosotros es el más importante".

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Estas "contradicciones" son propias de la vida espiritual: el menos importante es el más importante.

Esto es muy bonito, es como decir "Jesús ama primero, o especialmente, a quien menos importa".

Esto es por tanto lo que hemos de desear: no ser importantes, para ser importantes para Dios.

Esto me recuerda a San Juan de la Cruz, que decía "Para ir por donde quieres, has de ir por donde no quieres". Ese "ir por donde no quieres" es el desear no ser importantes, porque hay "algo" en el hombre que lo inclina a buscar ser importante y, si lo hace desordenadamente, es síntoma de que actúa según la tendencia al pecado.

Por tanto, para ir a Dios, hay que ir por donde no quieres, hay que volver a nacer, hacerse pequeños y desear no ser importantes.

Desear no ser importantes forma parte de la construcción de la santidad en el alma, de lo cual es artífice el Espíritu Santo. Pero nosotros podemos "ayudar" ofreciéndonos y deseando no ser importantes. Mucho más no podemos hacer porque somos pequeños y poco importantes...

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


sábado, 29 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

30 DE SEPTIEMBRE
Mc 9, 38-43.45.47-48


"Juan dijo a Jesús "Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y se lo hemos querido impedir porque no viene con nosotros". Jesús respondió "No se lo impidáis porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí"".

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Estas palabras del evangelio de hoy me llaman mucho la atención porque hablan de unidad, de unidad en torno a Cristo, lo cual creo que es de vital importancia.

Y es que los que seguimos a Cristo no podemos dar el bochornoso espectáculo de estar desunidos.

Si los cristianos no estamos unidos en torno a Cristo, esto prueba que no buscamos a Cristo sino que cada uno se busca a sí mismo.

Hay veces que para estar unidos en Cristo hay que rectificar la intención, tener una intención recta que tenga un único objetivo: que Él sea conocido y amado, primero por nosotros, después por otros.

Otras veces la desunión puede haber provocado heridas tan profundas en el Cuerpo de Cristo que es necesario orar para que el Espíritu realice la unión.

Esas Heridas en el Cuerpo de Cristo son sus Llagas, y contemplarlas nos une a Él y nos une entre nosotros.

De este modo, las heridas de la desunión y del pecado se convertirán en las Llagas del Señor por la identificación con Él.

Para que la unión con Jesús y entre nosotros se realice, hemos de orar y contemplar las Llagas del Señor, así se realizará la construcción de la Iglesia, pues eso es la Iglesia: la unión de todos con Cristo y entre nosotros.

Sólo esta unidad puede ser caritativa y evangelizadora porque nace de la unión con Él y de la contemplación de Jesús llagado.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


viernes, 28 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

29 DE SEPTIEMBRE
Jn 1, 47-51


"Veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre"

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Jesús le dice estas palabras a Natanael porque éste lo reconoce como Hijo de Dios por haberle dicho que lo había visto debajo de una higuera.

Natanael se sorprende de que Jesús lo viera debajo de una higuera, por eso reconoce a Jesús como Hijo de Dios, y entonces Jesús le dice que verá cosas mucho más sorprentes: verá el cielo abierto y a los ángeles.

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Los ángeles son espíritus muy puros e inteligentes que han sido creados para adorar a Dios y que tienen el privilegio de estar con Él y verlo "cara a cara".

También tienen como misión cumplir encargos especiales de parte de Dios.

Hoy, y cada vez que hagamos adoración ante Jesús sacramentado, podemos pedirles que nos enseñen a adorar a Dios y a tener espíritu de adoración.

También podemos pedirles favores. Ellos son muy inteligentes y sólo desean que Dios sea amado, así que nos ayudarán en cualquier cosa que tenga que ver con amar a Dios.

Pero especialmente pidámosles tener espíritu de adoración y saber adorar cuando estemos ante el Sagrario o ante la custodia.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


jueves, 27 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

28 DE SEPTIEMBRE
Lc 9, 18-22


Jesús preguntó a sus discípulos que quién decía la gente que era Él y le dijeron "Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que ha resucitado un profeta antiguo".

A continuación les preguntó qué quiénes pensaban ellos que era Él y Pedro contestó "Tú eres el Mesías".

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

En el evangelio de hoy aparece claramente confrontado lo que pensaba la gente de Jesús y lo que pensaban sus discípulos.

Quien no trata a Jesús, habla de oídas, se deja llevar por lo que oye y termina concluyendo que Jesús era alguien importante, un profeta.

Pero quien trata a Jesús se da cuenta de que en Él resplandecen la Sabiduría, el Amor y la Misericordia y de que sólo Él puede obrar el milagro de llenar, colmar y calmar el corazón humano.

Quien trata a Jesús experimenta, pues, el Amor de Dios y puede decir con Pedro "Tú eres el Mesías".

Por eso es muy importante que tratemos personalmente con Cristo y que tengamos un encuentro personal con Él, para que no hablemos de Él de oídas y experimentemos en primera persona el Amor de Dios.

Sólo en la oración podemos tratar a Jesús de forma personal y ser amados por Él.

Por eso, decidámonos a ser personas de oración y a tratar al Señor en la oración.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


miércoles, 26 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

27 DE SEPTIEMBRE
Lc 9, 7-9


Herodes oía hablar de Jesús y estaba muy sorprendido de las cosas que se decían de Él, porque se decía que o bien Juan Bautista, o bien Elías, o bien algún profeta antiguo, había resucitado de entre los muertos. Estaba muy sorprendido porque él mismo había mandado decapitar a Juan, entonces se preguntaba quién sería Jesús, y tenía ganas de verlo.

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Nosotros desde hace mucho tiempo también deseamos encontrarnos con Jesús. Sabemos que no es un profeta sino el Hijo de Dios y no tenemos la simple curiosidad insatisfecha de Herodes sino que es el Espíritu santo el que nos mueve a buscar al Hijo de Dios, que ha subyugado nuestro corazón.

El evangelio de hoy tiene que movernos a preguntarnos con sinceridad si deseamos encontrarnos con Jesús, si es lo que más deseamos o si no nos importa retrasar el encuentro. La respuesta nos señalará nuestro grado de amor.

También podemos preguntarnos qué medios ponemos para encontrarnos con Jesús. Esto también nos indicará nuestro amor por Él.

Siempre encontraremos a Jesús en la oración y en los sacramentos, y en una vida de servicio nacida de la oración, y siempre según nuestras disposiciones, por eso tenemos que pedir al Espíritu que nos disponga bien y que aumente y purifique nuestro deseo. Ya sólo el hecho de pedirlo es inspiración del Espíritu.

En realidad el más mínimo paso para encontrarnos con Jesús es inspiración Suya.

Hoy es un día tan bueno como todos para disponernos a dejarnos conducir por el Espíritu hasta Jesús, para ponernos delante del Señor con humildad y recibirlo en la Comunión con amor.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


martes, 25 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

26 DE SEPTIEMBRE
Lc 9, 1-6


Jesús dio poder a los apóstoles para expulsar demonios y curar enfermedades y los envió a proclamar el reino de Dios diciéndoles que no llevaran nada para el camino, ni bastón ni alforja ni pan ni dinero.

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Creo que no se nos pide a todos lo mismo y esto no es ni bueno ni malo ni mejor ni peor, simplemente Jesús decide qué nos pide a cada uno y nosotros hacemos lo que Él nos pide y nos abandonamos a su Sabiduría y al misterio de sus decisiones.

Esto lo digo porque sí nos pide el Señor a todos que proclamemos el reino de Dios, aunque no nos pide a todos que lo hagamos del mismo modo.

Lo que sí que no nos pide el Señor a todos es que vivamos la Providencia como se lo pidió a los apóstoles en el evangelio de hoy, diciéndoles que no llevaran nada, ni alimento ni dinero ni bastón... nada.

Esa forma de vivir la Providencia es muy bonita y supone un abandono muy grande. Me recuerda a la forma como la viven las religiosas del Cottolengo: si necesitan leche o dinero o juguetes, van a la capilla, lo piden y, de forma increíble y milagrosa, allí aparece lo que necesiten: o aparece un maletín con dinero o un camión con leche o a alguien se le ocurrió de pronto llevar allí juguetes.

Esa forma de vivir es preciosa y es un carisma que ellas han recibido pero no es lo común.

¿Es que los demás no tenemos que vivir la Providencia? Por supuesto que sí, pero se nos pide poner en juego todas nuestras capacidades y realizar todas las gestiones, y también rezar, y después, sólo después, esperar en la Providencia.

¿Es mejor o peor una cosa u otra? Lo importante es hacer lo que Dios nos pide a cada uno y alegrarnos con los carismas de todos.

Demos gracias por tener en la Iglesia religiosas con carismas tan edificantes, y demos gracias también por poder trabajar y orar y desarrollar las capacidades que Dios nos ha dado y por poder tener fe para esperar en la Providencia, mientras realizamos todas las gestiones y ponemos toda la carne en el asador y también después, una vez que hemos hecho todo lo que hemos podido.

Hoy pensemos en la oración en lo bonito que es abandonarnos a la Providencia, sólo con la oración o desarrollando además los talentos que Dios nos ha dado y proveyéndonos de lo necesario.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


lunes, 24 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

25 DE SEPTIEMBRE
Lc 8, 19-21


Dijo Jesús "Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen".

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Estas palabras de Jesús nos recuerdan los vínculos que se adquieren con Él por escuchar la Palabra de Dios y cumplirla.

Creo que esas palabras se pueden aplicar a los que recibimos LA ESCUCHA DEL CORAZÓN (y a tantas personas en la Iglesia que viven una vida de oración e intentan hacer la voluntad de Dios) pues buscamos escuchar la Palabra de Dios y cumplirla.

Nos tiene que llenar de alegría que nos hagamos hermanos de Jesús por escuchar su Palabra y cumplirla.

Éste es el objetivo de LA ESCUCHA DEL CORAZÓN: escuchar a Jesús y escuchar su Palabra con el corazón abierto, siendo conscientes de que Él también nos escucha con el Corazón abierto ❤🙏🏻💘.

PONER A LA ESCUCHA EL CORAZÓN es ponernos delante del Señor en oración, mirarlo y disponernos con el corazón vaciado a recibir su Amor, operación misteriosa que realiza el Espíritu Santo si nos ve humildes.

Decidámonos a vivir con el corazón A LA ESCUCHA de la Palabra y disponible a la Acción de Dios, de tal forma que seamos de Jesús y podamos dar un testimonio creíble al mundo.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


domingo, 23 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

24 DE SEPTIEMBRE
Lc 8, 16-18


"Nadie que ha encendido una lámpara la tapa con una vasija o la mete debajo de la cama sino que la pone en el candelero para que los que entren vean la luz".

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

El evangelio de hoy me recuerda el hecho de encender el cirio pascual, que simboliza a Cristo resucitado, y me recuerda también que todos estamos llamados a dar luz pero que esa luz no es nuestra sino que es la luz de Cristo.

Su Luz es la única luz posible y existente y el mundo estaba en tinieblas hasta que llegó su luz y hasta que con su misterio pascual y especialmente con su Resurrección se hizo la luz y todos los pecadores pudimos ver la luz.

Su Luz ilumina nuestro camino por este mundo y también ilumina nuestro interior para descubrirlo a Él en el templo que somos cada uno.

Su luz da luz a todos a través de ti y de mí, en ti y en mí, desde ti y desde mí.

Recibimos su luz uniéndonos a Cristo en cada sacramento y en cada oración y cada vez que invocamos a su Espíritu.

También recibimos su luz acercándonos a cada Sagrario. La vela encendida junto a cada Sagrario nos recuerda que allí está el Rey de corazones, la Luz del mundo.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻🕯

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


sábado, 22 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

23 DE SEPTIEMBRE
Mc 9, 30-37


"Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos"

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

En el evangelio de hoy Jesús dice esas palabras a sus discípulos porque ellos habían estado discutiendo sobre quién era el más importante.

Creo que hay un tipo de importancia que todos necesitamos sentir y es ser importantes para las personas que amamos.

También necesitamos ser importantes en nuestra labor profesional y pastoral, no para darnos importancia, sino porque eso significa que hacemos bien nuestro trabajo y que por tanto somos útiles.

El problema viene cuando queremos ser importantes en todo y para todos y cuando exigimos más de lo debido incluso a aquellos a los que amamos.

Hay un tipo de importancia que todos necesitamos, como por ejemplo el sentirse uno querido por los propios padres, por los familiares y amigos, y hay otro tipo de importancia que puede suscitar envidias y celos y que tiene una raíz pecaminosa.

Según ha ido pasando la vida he ido entendiendo que lo único que importa es importarle a Cristo y hacer lo que le importa a Cristo.

Él nos conducirá hacia el servicio, porque el verdadero servicio es hacer su voluntad.

La palabra servicio designa el acto de servir y para servir tenemos que saber para qué servimos: no todos servimos para lo mismo.

Esto es en realidad el hecho de la vocación, pues Jesús nos llama a servir en algo determinado, descubriéndonos así para qué servimos, que es para hacer su voluntad, para lo cual nos ha creado.

Las palabras de Jesús nos indican, pues, no buscar ser importantes más que para Él, ser humildes deseando ser los últimos, y buscar hacer su voluntad, pues éste es el mejor y único servicio.

Él nos curará en la oración y en cada Comunión de heridas del pecado y de heridas de la afectividad que nos puedan hacer buscar ser importantes.

Pidamos humildemente en la oración que Jesús nos haga ver su voluntad.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


viernes, 21 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

22 DE SEPTIEMBRE
Lc 8, 4-15


En el evangelio de hoy Jesús cuenta una parábola y a continuación la explica:

El sembrador siembra la semilla. Una parte cae al borde del camino y no germina. Otra parte cae entre piedras y germinó pero se secó. Otra parte cae entre abrojos y germinó pero junto a los abrojos, que la ahogaron.

La semilla que germina es la que cae en tierra buena, la cual, después de brotar, da fruto.

A continuación Jesús explica la parábola:

La semilla es la Palabra.

Los que reciben la semilla al borde del camino son los que escuchan la Palabra pero el diablo se la lleva de sus corazones.

Los que reciben la semilla en terreno pedregoso son los que reciben la Palabra con alegría pero cuando llegan las dificultades fallan.

Los que reciben la semilla entre abrojos son los que reciben la Palabra pero son vencidos por los placeres y los afanes del mundo.

Los que reciben la semilla en tierra buena son los que, con corazón noble y generoso,  perseveran y dan fruto.

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Hoy el evangelio incluye las parábola y la explicación, así que no nos queda mucho que decir, aunque siempre, con la ayuda del Espíritu, podremos decir algo.

El evangelio de hoy nos explica que daremos fruto por la recepción de la Palabra.

Recibir la Palabra es recibir a Jesucristo, el Hijo de Dios, cuyo Espíritu nos hace fructificar y ser fuertes en el Amor, por el cual se engendra siempre la Vida, la Vida nueva en el Espíritu.

Recibimos la Palabra, que es Cristo, en los sacramentos, en la oración y siempre que escuchamos la Palabra.

Sobre todo en la Eucaristía recibimos al mismo Cristo cuando comulgamos y también lo recibimos al escuchar la Palabra.

También recibimos la Palabra, y por tanto la semilla de la Vida en el Espíritu, cuando hacemos oración. Entonces la Palabra es regada con el Amor de Dios, según nuestra disposición, y puede dar mucho fruto.

Hoy deseemos ser tierra fecunda y PONGAMOS A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


jueves, 20 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

21 DE SEPTIEMBRE
Mt 9, 9-13


El evangelio de hoy nos cuenta el llamamiento de Mateo por parte de Jesús: Estaba Mateo en el mostrador de los impuestos y pasó Jesús y le dijo "Sígueme". Él se levantó y lo siguió.

Después fueron a comer a casa de Mateo y los fariseos de extrañaban de que Jesús comiera con pecadores. Él lo oyó y contestó "Misericordia quiero y no sacrificio, no he venido a llamar a los justos sino a los pecadores".

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Nuevamente nos aparece en el evangelio de hoy ese concepto de santidad que tenían los fariseos, entendida como "no contaminación con la impureza" y como "ausencia de relación con el pecador".

Son dos errores graves que no son expresión de santidad sino de lo contrario.

Pues la santidad evangélica es la santidad que se expresa por el amor y por la humildad.

Por el amor nos relacionamos con todos, amamos a todos y no evitamos a nadie, a no ser por prudencia, porque alguien pueda inducirnos a pecar, pero por nuestra debilidad, no porque nos vaya a contaminar con su pecado, pues nos consideramos igual de pecadores que todos, pecadores que queremos amar a Jesús.

Por la humildad nos consideramos pecadores y no entendemos la santidad como un refugio de selectos, pues el único santo es Dios, todos somos pecadores, de entre los cuales algunos nos abrimos a la gracia y a la Acción del Espíritu, pero no hacemos juicios sobre los que no lo hacen.

La santidad es algo profundo, no se puede "cosificar" ni "atrapar", pues es Dios que nos habita y por el cual nos dejamos amar.

Como Dios es Espíritu, la santidad es de naturaleza espiritual, y no se pierde "por contacto", porque estemos o no con pecadores, primero porque pecadores somos todos, segundo porque el amor nos tiene que llevar a lo contrario, a relacionarnos con los demás, sólo nos distanciamos cuando la prudencia lo exige.

Por otra parte, el amor se expresa en forma de misericordia, lo cual implica que somos conscientes de todo lo que se nos ha perdonado y que no damos a nadie por perdido, sino que sabemos que por la gracia todos podemos convertirnos, también los que parecen más pecadores. Esto nos lleva a no rechazar a nadie a priori.

Hoy damos gracias a Dios por estar en nuestra alma y por santificarnos, y pedimos al Espíritu que nos mueva a vivir una vida de amor.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


miércoles, 19 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

20 DE SEPTIEMBRE
Lc 7, 36-50


Jesús fue a comer a casa de un fariseo y una mujer considerada pecadora entró y se puso a llorar a los pies de Jesús, también le besaba los pies y se los ungía con perfume.

El fariseo se extrañó de que Jesús se dejara tocar por una pecadora y este hecho le hacía recelar de Él.

Jesús le preguntó al fariseo que quién estaría más agradecido, aquél a quien se le perdonan muchos pecados o al que se le perdonan pocos. Lógicamente, aquél a quien se le perdona más.

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Creo que hay una frase en el evangelio de hoy que es la clave para entender lo que sucede: es cuando el fariseo piensa "Si este fuera profeta, sabría quién es esa mujer que lo está tocando, pues es una pecadora". La clave está en la palabra "tocar", pues, según la ley judía, un hombre no podía dejarse tocar por una mujer pecadora.

Para el fariseo resultaba escandaloso que alguien que era tenido por profeta se dejara tocar por una mujer impura, incurriendo Él también en impureza.

Esta norma era, como tantas normas farisaicas, una norma que no tenía en cuenta el amor, como si la pureza o la santidad se tuvieran de por sí y se perdieran por relacionarse con quien parecía ser que no las tiene.

Esto choca frontalmente con la ley del amor de Jesús, cuyo planteamiento es radicalmente distinto.

Pues la santidad no es algo que llevemos puesto o que ganemos a base de puntos sino que nos santifica el Espíritu Santo si llevamos una vida de amor y viceversa.

Tampoco la santidad es algo que "perdemos" por tocar a quien supuestamente no es santo sino que el amor nos hace a todos hermanos en Cristo y lo que nos hace santos es amarnos y viceversa.

Tampoco la santidad se basa en creer que se forma parte de una élite de puros que no se relaciona con los pecadores o "inferiores". Esto no sólo no es santidad sino todo lo contrario, pues el santo se considera indigno de recibir cualquier honor o privilegio.

En este sentido, incluso mostraba más santidad la pecadora que se arrodilla a llorar a los pies de Jesús, porque se humilla, que por supuesto el fariseo que se consideraba cumplidor y perfecto.

El evangelio de hoy intenta hacernos ver cuál es la esencia de la santidad y dónde tenemos que poner el acento en nuestra vida, que es en llevar una vida de amor y en amar a todos sin considerarnos más que nadie, y no en cumplir una normas como si nos apuntásemos tantos.

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


martes, 18 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

19 DE SEPTIEMBRE
Lc 7, 31-35


Jesús se lamenta de la reacción que tienen con Él algunas personas: Él siente que se entrega con todo su Amor y que algunos no le entienden, no lo siguen y, lo que es más doloroso, lo malinterpretan.

Jesús dice que de Juan Bautista, que era pura austeridad, decían que tenía un demonio, y que de Él, que hace vida normal, dicen que es un comilón y un borracho y que es amigo de pecadores.

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

El evangelio de hoy nos muestra que había personas que difamaban a Jesús.

Tenemos que pensar cómo le dolería esto al Señor y pensar en Él cuando nosotros nos entregamos a los demás y nos responden con calumnias y difamaciones.

Tenemos que pensar también que las personas que difamaban primero a Juan Bautista, que era un santo, y después a Jesús, que era el Hijo de Dios, son dignas de lástima, pues no parecían tener muchas luces ni espirituales ni de ningún tipo.

En el fondo dan pena quienes tienen delante la Santidad y el Amor de Dios y tienen cerrado el corazón y no lo ven.

Por otra parte, cuando nos suceda a nosotros - que hagamos el bien y nos malinterpreten - tenemos que pensar que lo único que nos importa es lo que piense Jesús y vivir con una gran libertad interior, incluso en medio del dolor.

En la película "El último mohicano" un indio le dice a una chica blanca que su padre le ha prevenido con respecto a algunas personas y las palabras que dice son "Mi padre me ha dicho "No te esfuerces en entenderlos porque no entienden nada"".

Nosotros tenemos que amar a todo el mundo y, cuando no nos entienden, entreguemos a Jesús nuestro dolor y pensemos simplemente que no todo el mundo entiende todo, no nos compliquemos más y recemos por ellos.

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


lunes, 17 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

18 DE SEPTIEMBRE
Lc 7, 11-17


El evangelio de hoy narra el milagro que obró Jesús resucitando a un joven de una ciudad llamada Naín.

Iban a enterrarlo y Jesús se encontró con la comitiva fúnebre y se compadeció de la madre del joven, pues era hijo único y ella era viuda.

Entonces, acercándose al ataúd, dijo "Muchacho, levántate", el muerto se incorporó y Jesús se lo entregó a su madre.

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Me llama la atención que dice el evangelio que Jesús se compadeció de la madre del joven porque era viuda y su hijo era hijo único. Esto significaba que se quedaba sola en la vida y sin posibilidad ni siquiera de mantenerse, quedaba a merced de las limosnas y de la caridad o de que alguien quisiera casarse con ella.

Pero lo peor es que se quedaba sola, sin el afecto y el cariño de nadie.

Esta mujer iba llorando tras el cadáver de su hijo, su situación era dramática y ni se le habría ocurrido pensar que Jesús iba a resucitar a su hijo. Estaba todo perdido y su corazón destrozado.

Sin embargo Jesús dice el evangelio que se compadeció de ella.

Tenemos que tener esperanza. Cuando a veces lo vemos todo perdido y sin solución, tenemos que ponernos ante el Señor y, si nos sale llorar, llorar.

Jesús se compadece de nosotros si nos ponemos ante Él con sinceridad y ve que estamos sufriendo y que los motivos de nuestro sufrimiento son justos y que no podemos más.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


domingo, 16 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

17 DE SEPTIEMBRE
Lc 7, 1-10


Un centurión mandó recado a Jesús rogándole que fuese a su casa a curar a su criado.

Jesús se puso en camino y, cuando no estaba lejos, nuevamente recibió a unos amigos del centurión que de parte de él le decían que él no se consideraba digno de que fuera a su casa y que simplemente dijera de palabra que el criado quedara sano y sanaría.

Jesús se quedó admirado por tanta fe y, cuando los amigos del centurión regresaron de nuevo a casa, el criado estaba curado.

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

A veces pensamos que para que Jesús nos ayude en algo hay que cumplir con una serie de formalidades o requisitos como por ejemplo ir a determinada iglesia o a determinada capilla y pedir allí y muchas veces las cosas son mucho más sencillas, se trata simplemente de pedirle y encontrarnos con Él donde buenamente podamos, y confiar.

El centurión no fue personalmente a hablar con Jesús, por dos veces le envió mensajeros, y tampoco consideró necesario que Él fuera hasta su casa, no era necesario para él que se cumplieran todos los protocolos, sin embargo confiaba totalmente en Jesús, que es lo que importa.

Tampoco se consideraba el centurión digno de que Jesús "perdiera más tiempo" con él y le mandó recado para decirle que no era necesario que fuera hasta su casa.

El centurión confiaba en Jesús y no se sentía importante como para que Jesús le dedicara tiempo, pensaba que Jesús tendría cosas más importantes que hacer.

Sin embargo el centurión tenía el corazón preparado y bien dispuesto, que es lo que importa, pues era sencillo, exponía las cosas sin dobleces ("necesito esto pero si no tienes tiempo no hace falta que vengas hasta aquí") y pedía aunque no se consideraba digno.

La humildad le hacía exponer su necesidad con sencillez.

Por todo esto Jesús lo alabó, porque mostró sencillez y humildad y una gran fe.

A veces entre los creyentes encontramos personas que nos hacen sufrir y entre los no creyentes o los no tan creyentes encontramos personas nobles. Jesús alabó al centurión que era romano y sin embargo muchos judíos no lo entendían y le hacían sufrir.

El evangelio de hoy nos conmina a ser sencillos y humildes y a pedir con fe y humildad y a confiar en que Jesús nos va a ayudar en nuestra necesidad, a no tener la más mínima duda.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


sábado, 15 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

16 DE SEPTIEMBRE
Mc 8, 27-35


Jesús les pregunta a sus discípulos que quién piensan ellos que es Él y Pedro respondió "Tú eres el Mesías".

Después Jesús se puso a revelarles que Él tenía que padecer mucho, ser reprobado por los sumos sacerdotes, ser ejecutado y resucitar a los tres días.

Entonces Pedro intentó convencerlo para que no siguiera el camino de la cruz y Jesús le contestó "Tú piensas como los hombres, no como Dios" y añadió "El que quiera venirse en pos de mí que cargue con su cruz y me siga".

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

El evangelio de hoy nos habla de la cruz.

La cruz es el camino que Dios ha trazado para cada uno.

A Jesús Dios Padre le trazó el camino de la cruz y Él, que no deseaba ni desea otra cosa que hacer la voluntad del Padre, ardía en deseos de tomar dicho camino, el camino de la cruz.

Además, ese camino implicaba la redención de los hombres y Jesús se moría por entregarse por cada uno de nosotros.

La cruz es el camino que el Padre regaló al Hijo y es también el camino que nos ha trazado y regalado a cada uno, pues para identificarnos con Cristo todos tenemos que pasar por la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

Siendo uno con Él, todos tenemos que padecer, morir y resucitar con Él, ofreciéndonos al Padre con Él y en Él, siendo Iglesia y Eucaristía.

La cruz nos cuesta pero tenemos que pensar como Dios, no como los hombres, y rechazar las tentaciones de huir de ella.

Pensemos que en ella está Cristo y que a través de ella viene la salvación.

Es bueno que en la oración identifiquemos nuestras cruces y las ofrezcamos, con la esperanza cierta de que la Resurrección llegará al tercer día o cuando Dios disponga.

Moriremos y resucitaremos muchas veces a lo largo de la vida, porque tenemos que convertirnos y nacer a una vida nueva muchas veces.

En ese morir y resucitar continuo seremos cada vez más de Cristo, porque nos identificaremos cada vez más con Él.

Cuanto más de Cristo seamos, más participaremos con Él en la redención, porque el camino de la cruz es fecundo y supone ser cauce para que la salvación llegue a todos, no por nuestro mérito sino por habernos rendido al Amor de Dios.

De este modo también se cumple lo que dijo Jesús: "El que pierda la vida por mí y por el evangelio, la salvará".

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


jueves, 13 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

14 DE SEPTIEMBRE
Jn 3, 13-17


El evangelio de hoy es muy bonito y muy profundo.

Dijo Jesús a Nicodemo: "Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre".

A veces la gente dice "Nadie ha venido del cielo" y lo que expresan es un gran error: Jesús, el Hijo de Dios, ha venido del cielo.

Jesús prosiguió diciéndole a Nicodemo: "Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna".

Moisés, en el desierto,  fabricó una serpiente de bronce y la puso en alto, y todos los que la miraban se curaban de las picaduras de serpiente.

Del mismo modo, Jesús habla de sí mismo a Nicodemo y le dice que será elevado en la cruz para que todos los que lo miremos quedemos curados de las mordeduras de la serpiente, es decir, de todas las veces que pecamos o del pecado en sí.

Las palabras de Jesús nos tienen que llevar a tener la delicadeza interior de agradecer a Jesús su Sacrificio.

También nos tienen que llevar a tomar conciencia del poder redentor y curativo de la cruz y de la eficacia redentora de vivir la cruz y contemplarla.

En este sentido, decidámonos a unirnos a Jesús, para que su Espíritu nos inspire el enamoramiento del Crucificado y para que también nos inspire la contemplación de sus Llagas pues, tal como dijo Jesús, Él tenía que ser elevado para que todo el que lo mire y crea en Él tenga vida eterna.

Es decir, para que todo el que lo contemple y contemple sus Llagas tenga vida eterna.

Hoy contemplemos las Llagas de Jesús y PONGAMOS A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


miércoles, 12 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

13 DE SEPTIEMBRE
Lc 6, 27-38


Jesús nos habla hoy de cosas que nos cuestan mucho pero con las que se decide realmente el seguimiento de Cristo.

Algunas de sus palabras son:

🕯"Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, (...) orad por los que os calumnian".

Estas palabras nos recuerdan que dar bien a cambio de nada no es fácil. Pero devolver bien a cambio de mal es mucho más difícil y muy complicado.

Es el ejemplo de Cristo en la cruz: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".

Sólo el Espíritu Santo nos puede transformar para amar así, para amar a quien nos hace el mal.

🕯"Haced el bien y prestad sin esperar nada"

Creo que hacer el bien sin esperar nada es algo que igualmente sólo puede conceder el Espíritu.

A veces decimos o creemos que somos generosos, y probablemente en gran parte lo somos: damos sin esperar nada. Pero cuando la otra persona tiene oportunidad de hacernos un favor y no lo hace, nos duele.

Creo que el dolor no tiene que impedirnos rectificar la intención y decirle a Jesús "He amado sin esperar nada a cambio, bendito seas Señor, que me unes a tu cruz".

🕯"Sed misericordiosos, (...) no juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados, perdonad y seréis perdonados".

Estas palabras del Señor se refieren más bien a la consideración que tenemos de los demás.

Todos tenemos defectos y pecados. Tenemos que examinar el grado de tolerancia y de comprensión que tenemos con los defectos y pecados de los demás.

Ese grado de tolerancia será el que determine lo que pensemos en nuestro interior de los demás, culpándolos o disculpándolos, mostrando en este caso misericordia.

Creo que es bueno que nos acostumbremos a hablar de los demás al Señor en la oración, para que no juzguemos nosotros sino Jesús, que es el único que puede juzgar. De esta forma aprenderemos misericordia y perdón.

Pidamos también gracia para perdonar y para ver a los demás desde el Corazón de Jesús.

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


martes, 11 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN


12 DE SEPTIEMBRE
Lc 6, 20-26

En el evangelio de hoy Jesús nos expone algunas bienaventuranzas: Bienaventurados los pobres, los hambrientos, los que lloran y los que son odiados, excluidos y proscritos por causa de Jesús.

Jesús nos dice "Alegraos, porque vuestra  recompensa será grande en el cielo".

Creo que hoy es un día propicio para recordar la realidad del cielo.

Jesús nos dice que si alguna vez pasamos necesidad o hambre o sufrimiento o somos excluidos, que pensemos que tendremos nuestra recompensa en el cielo.

Creo que lo que nos quiere decir Jesús es que tenemos que vivir con la esperanza puesta en Dios y en la eternidad y que allí nos espera todo el Amor de Dios que, comparado con los sufrimientos de esta vida, será como comparar una mota de polvo con el océano.

También nos hace Jesús unas advertencias: "¡Ay de vosotros los ricos porque ya tenéis vuestro consuelo, ay de vosotros los que estáis saciados porque tendréis hambre, ay de vosotros los que ahora reís porque lloraréis, ay si todo el mundo habla bien de vosotros!".

Entiendo que el Señor se refiere a sentirse ricos y llenos, a sentirse satisfechos de sí y satisfechos de cosas materiales, a reír como evasión de los problemas propios y de los del hermano y a vivir sin dar problemas a nadie porque se evita cualquier problema, todo con tal de tener cualquier inconveniente. Creo que estas actitudes del corazón son las que recrimina Jesús.

Hoy se nos pide examinar dónde tenemos el corazón, si lo tenemos en Dios y en el hermano o en uno mismo, y dónde hemos puesto la esperanza, si la hemos puesto en Dios y en la eternidad o si no tenemos esperanza, porque la hemos puesto en cosas o personas cuyo afecto es finito y perecedero y por tanto no nos pueden dar esperanza.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

11 DE SEPTIEMBRE
Lc 6, 12-19


Jesús pasó la noche en oración y al día siguiente escogió a doce de entre sus discípulos, a los cuales los nombró apóstoles.

Del evangelio de hoy me llama la atención que Jesús pasara la noche haciendo oración antes de escoger a los apóstoles.

Tendríamos que pensar si nosotros hacemos lo mismo, si cada vez que tenemos que tomar una decisión hacemos oración para ver la voluntad de Dios.

Hay veces que no sabemos qué hacer en la oración y cada uno tiene que ver por dónde lo lleva el Espíritu y hacer su propio camino en la oración.

Lo importante es estar con Jesús, hablarle, escucharle y acompañarlo.

Se puede meditar la Palabra o simplemente mirar a Jesús en silencio o consolarlo o contarle nuestras penas, darle gracias, expresarle nuestro amor y nuestra intimidad.

Cada uno ha de dejarse llevar por donde lo conduzca el Espíritu.

Pero, aparte de dejarnos llevar cada uno por donde nos conduzca el Espíritu, todos tenemos que incorporar la vida a la oración y decidir con Jesús sobre nuestras vidas, viendo cuál es su voluntad para cada uno.

Para ello tenemos que ser humildes y PONER A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

También es importante hablar de lo que oramos con una persona de oración que nos conozca y nos aconseje.

Hoy pidamos al Espíritu que nos enseñe a PONER A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


domingo, 9 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

10 DE SEPTIEMBRE
Lc 6, 6-11


Jesús fue a la sinagoga en sábado y había allí un hombre que tenía la mano paralizada. Los fariseos estaban al acecho para ver si lo curaba y tener de qué acusarlo.

Entonces Jesús les preguntó  qué era lícito hacer en sábado, el bien o el mal.

Y curó al hombre.

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

El evangelio de hoy nos recuerda que el amor es el único "precepto" y que cualquier otro precepto queda anulado si se trata de amar.

Jesús nos enseña que la compasión y la misericordia son más importantes que cualquier precepto.

Los fariseos se supone que no trabajaban en sábado para dar gloria a Dios con el descanso, pero no entendían que lo que más agrada a Dios es amar al prójimo.

Entonces, ¿qué buscaban en realidad? ¿su gloria o la de Dios?

El evangelio de hoy nos lleva a preguntarnos si cuando hacemos las cosas nos buscamos a nosotros mismos o a Jesús.

No hace falta tampoco hacer cosas extrañas para purificar la intención, simplemente podemos actualizar y renovar nuestro deseo de amar a Dios diciéndole al Señor de vez en cuando: "Esto lo hago por ti".

Otra cosa importantísima que nos enseña el evangelio de hoy es que hay que hacer lo que haya que hacer, sea entendido o no: Jesús deseaba curar al hombre y veía que su Corazón lo llevaba a ello, que era lo santo y lo justo, y lo hizo aunque no fuera entendido.

Hoy en nuestra oración pidamos al Espíritu Santo sabiduría para ver la voluntad de Dios y fortaleza para buscar sólo agradar a Dios y para hacer su voluntad, aunque haya incomprensiones y dificultades.

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


sábado, 8 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

9 DE SEPTIEMBRE
Mc 7, 31-37


En el evangelio de hoy Jesús cura a un sordo casi mudo y lo hace de una forma extraña: le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua.

Recuerdo el episodio de la mujer que le tocó por detrás el manto y que Él sintió que le salía una fuerza de su interior y ella quedó curada.

Del mismo modo pienso que quizá Jesús sintió que tenía que transmitir esa fuerza al sordo para curarlo, y que esa fuerza saliera de Sí, y que quizá por eso hizo esos gestos extraños.

Lo que sí que veo es que a Jesús no le damos ningún asco y que no le importa tocar nuestra lengua con la suya, todo con tal de curarnos.

También veo que tenemos que confiar en Él. Cuando le pedimos ser curados de algo físico o espiritual tenemos que confiar en Él. Aunque haga cosas que no entendamos, Él sabe lo que hace.

Creo que también podemos pensar en nuestras sorderas y mudeces. Todos tenemos cosas que no queremos oír y cosas que se nos han quedado atragantadas y no podemos o no somos capaces de decir. Pidamos ser liberados de nuestros miedos para expresarnos con claridad y con libertad.

Sobre todo pidámosle a Jesús que escuchemos con los oídos del alma, es decir, que oigamos qué nos quiere decir Jesús en la oración y PONGAMOS A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻.

Maria Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


viernes, 7 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

8 DE SEPTIEMBRE
Mt 1, 1-15.18-23


El evangelio de hoy nos habla de la genealogía de Jesús, va nombrando a todos sus antepasados desde Abraham hasta José, para dejarnos claro que Jesús, el Hijo de Dios, entró en este mundo como un hombre más, emparentando con otros hombres, siendo del linaje de Abraham y descendiente de David.

La segunda parte del evangelio de hoy nos habla de María, y la muestra como la "responsable" de la entrada del Hijo de Dios en este mundo.

Nos dice el evangelio que María concibió por obra del Espíritu Santo. No se limita a decirlo sino que lo resalta pues,  una vez que lo ha dicho, vuelve a repetirlo casi a continuación: "La criatura que hay en ella - en María - viene del Espíritu Santo".

Estas referencias al Espíritu Santo nos permiten ver el origen divino del embarazo de María y, por tanto, de la criatura que hay en su vientre.

Esto quizá es lo más sorprendente e impresionante, que el Creador se hizo criatura.

Existe un Creador que es Dios y todo lo demás ha sido creado por Él, todos somos sus criaturas.

En el caso de Jesús, el Creador se hizo criatura, el que tiene toda la capacidad de crear SE DEJÓ HACER y, siendo creador, se hizo criatura. Esto nos habla de la humildad de Dios.

De esta forma entró Dios en el mundo y esto se refleja en el nombre que se profetizó para Él: "La virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "DIOS-CON-NOSOTROS".

El texto evangélico de hoy nos habla de la naturaleza divina de Jesús cuando nos dice que fue concebido por obra del Espíritu Santo.

En la primera parte del texto se tienen en cuenta los progenitores, todo hombres, no importa la mujer que concebía, importa resaltar que entroncó con un linaje.

En la segunda parte, al hablarnos de su divinidad, sólo importan María y el Espíritu Santo.

Dios se relacionó con Ella y la hizo fecunda. Importa que estaba desposada con José. Lo demás sucede entre Dios y Ella.

Hoy tomamos conciencia de quién es esta mujer a la que Dios le pide que sea la Madre de su Hijo.

Su linaje y "apellido", su procedencia, le vienen por José.

Pero Dios quiso que la parte divina viniera gracias a Ella y que las naturalezas humana y divina de Jesús se unieran gracias a Ella y EN Ella.

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


jueves, 6 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

7 DE SEPTIEMBRE
Lc 5, 33-39


Los fariseos le echan en cara a Jesús que sus discípulos no ayunan y Jesús les responde que los invitados a la boda no ayunan mientras el esposo está con ellos y que ayunarán cuando les sea arrebatado el esposo.

Los invitados a la boda somos todos los hombres de todos los tiempos y la boda es la Eucaristía.

Cada Eucaristía es una boda que perpetúa la única Boda, la de la cruz, en la que Cristo se entregó por todos y cada uno.

No tiene sentido ayunar si estamos invitados a la Boda de Jesús. Lo lógico es ir y recibir el Alimento espiritual, que al mismo tiempo es Unión íntima con Él.

También dijo Jesús que el vino nuevo se echa en odres nuevos y que el vino añejo es mejor que el nuevo.

El vino que se nos da en la Eucaristía es la Sangre de Cristo y nadie que comulgue su Cuerpo y su Sangre quiere ya ningún otro Alimento.

Es vino nuevo porque tiene la frescura del Evangelio y al mismo tiempo es vino añejo porque el vino nacido de la cruz es la Sangre del Señor, se ha mejorado hasta el infinito al pasarlo por el cáliz de la cruz.

Los que estamos enamorados de Cristo no podemos ayunar de la Comunión, sólo ayunamos, y no de la Comunión, cuando Él "nos es arrebatado", es decir, cuando el dolor de los pecados nos conduce a la penitencia o cuando pasamos una oscuridad espiritual y necesitamos quitar de nuestra vida cosas que nos apartan de Jesús.

Hoy en la oración actualizamos el deseo de comulgar y de asistir a la Boda de Jesús, a la cual asistimos al mismo tiempo como invitados y como protagonistas.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


miércoles, 5 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

6 DE SEPTIEMBRE
Lc 5, 1-11


Hoy Jesús predica a la gente desde la barca de Pedro, la gente está escuchando desde la orilla.

Después se mete mar adentro con Pedro y pescan una redada tan grande de peces que, hasta llevándola entre dos barcas, éstas se hundían.

Esto impresionó tanto a Pedro que se puso de rodillas y le dijo a Jesús "Apártate de mí, que soy un pecador". Santiago y Juan también estaban impresionados.

Jesús le dijo a Pedro "Desde ahora serás pescador de hombres".

Jesús suele actuar así con las personas. Se va metiendo en nuestra vida. Oímos su Palabra y a veces pensamos que es para otros. Pero no, también es para nosotros.

Después el trato con Él se va haciendo algo cotidiano y no podemos vivir sin Él.

Llega un momento que hace algo que nos impresiona, algo que nos rinde, que nos toca el corazón, algo que no podemos olvidar.

Cuando ya nos ha rendido, nos da una misión: "Desde ahora serás pescador de hombres".

Y nos propone un seguimiento radical.

Hoy podemos revisar en la oración nuestra historia con Jesús:

Cómo lo conocimos, cómo fue haciéndose indispensable, qué sucedió que nos rindió del todo, cómo nos encargó una misión y nos propuso un seguimiento perpetuo.

Mientras recuerdas tu historia con Jesús, PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.