LA ESCUELA DEL ESPÍRITU SANTO 💘💘🙏🏻🙏🏻
Mañana es el día de la vida consagrada pero lo voy preparando en mi interior desde hoy.
Creo que la vida consagrada puede entrar en una crisis si no reconoce y profundiza en su verdadera identidad.
En principio, todo lo que hace una persona consagrada puede hacerlo una persona laica - casada, soltera o viuda - (enseñanza, catequesis, cuidado de enfermos, cuidado de la liturgia...).
Es verdad que la persona consagrada le dará a las actividades que realiza un toque personal en el que se verá su consagración, pero, al fin y al cabo, cualquiera de las actividades que realiza las puede hacer un laico. Incluso la oración, pues puede haber laicos muy dedicados a la oración.
Habría que preguntarse qué es lo genuino de una persona consagrada.
Realmente lo que es una persona consagrada es una persona que no ha querido compartir su corazón con nadie más que con Jesús, de forma exclusiva. Por supuesto, Jesús tampoco ha querido compartir a esa persona con nadie. No sólo eso, es que la iniciativa es suya.
Hay otra característica de la vida consagrada y es que esta entrega entre Jesús y la persona es pública. Esto quiere decir que la Iglesia la reconoce como tal y que la persona da testimonio de su vida de forma pública. (Digo esto porque hay personas que se entregan a Dios pero no es algo público, lo saben muy pocas personas, las personas de la institución a la que pertenece y poco más, es algo que se supone o se sospecha pero no es algo público).
Público no quiere decir que haya que colgarse un cartel sino que todo el mundo lo sabe, de forma natural. Y que la Iglesia reconoce esa vocación.
Creo que, si la vida consagrada no parte de aquí y no se centra aquí (la entrega total del corazón a Dios y el testimonio público), no dará a la Iglesia lo que Dios espera de ella.
Todo lo demás que haga una persona consagrada debe nacer de aquí, y no al revés.
María Dolores, virgen consagrada, archidiócesis de Madrid 💘🙏🏻