LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ♥🙏🏻
3 DE DICIEMBRE
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
CICLO B
Mc 13, 33-37
Hoy comienza el precioso tiempo de Adviento, que es como un camino que iniciamos para encontrarnos con Cristo, El Cual se ha de manifestar en su Primera Pascua, la de su Nacimiento, en la que toma forma de niño y nos manifiesta así su indefensión y, por tanto, la humildad de Dios.
El Adviento es en sí mismo una metáfora de nuestra vida, que también es un camino que emprendemos para encontrarnos con Cristo al final del mismo.
También es el camino que hicieron los pastores en la noche para encontrarse con el Salvador.
Es un camino que hacemos de noche. Es curioso porque el evangelio de hoy nos habla de estar en vela y nos dice que nuestro Señor puede venir "al atardecer o a medianoche o al canto del gallo o al amanecer".
Todo gira en torno a la noche, que es la noche de la fe, en la que caminamos a oscuras, guiados sólo por la luz de la fe.
Caminamos de noche. O bien nos queda mucho tiempo de purificación o bien la noche está avanzada o bien la noche está acabando y se acerca el día, que es la luminosidad de la fe sin dudas.
Normalmente la fe la vivimos a oscuras, de noche. Sólo los muy santos alcanzan a ver con plenitud en esta vida.
Incluso santa Teresa del Niño Jesús decía que Jesús permitió que se interpusiera entre ella y el cielo un muro que tapaba todo y que le hacía no ver nada.
También tuvo épocas en las que tenía una fe tan clara que no podía entender que hubiera gente sin fe y ateos.
Partimos este camino a oscuras. Sólo tenemos la fe.
Tenemos que apoyarnos en Jesús, que nos espera. Él nos pide que estemos en vela.
Estar en vela también se hace de noche.
Estar en vela es un acto de humildad, la cual nos lleva a ser conscientes de nuestra pobreza y a no dormir, que en términos espirituales significa estar atentos a Dios, PONER A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ♥ y no fiarnos de nuestras fuerzas.
La noche, el camino, la luz de la fe, el desprendimiento fruto de la humildad, esto es lo que llevamos para el camino del Adviento y para el camino de la vida.
En Adviento se nos invita y aconseja para prepararnos a ver a Dios en un niño, para tener la mirada limpia porque ya lo dijo nuestro Señor: "Bienaventurados los limpios de corazón porque verán a Dios".
Jesús nos ha dado un camino, un camino que lleva hasta su Corazón.
Es un camino de ida y vuelta porque en su Corazón nacimos y a su Corazón vamos y en su Corazón nacemos en cada Eucaristía.
Un día nos daremos cuenta de que siempre estuvimos en su Corazón, no nos movimos de sitio.
Pero sí necesitamos purificarnos para que Él nos haga más suyos. Éste es el camino del Adviento, camino de conversión, de volver a empezar, de purificación y penitencia.
Camino de desprendimiento, porque este camino hemos de hacerlo ligeros de equipaje, sólo llevamos la fe, la luz de la fe, y el espíritu contemplativo que nace de la oración y de la humildad.
Santa María está con cada uno en este camino. Ella con nosotros y nosotros con Ella.
PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ♥🙏🏻
María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.