LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ♥🙏🏻

22 DE DICIEMBRE
Lc 1, 46-56

En el evangelio de hoy la Santísima Virgen proclama el Magnificat, con el cual da gracias a Dios por su Maternidad.

Creo que a todos nos hubiera gustado oírle decir a María qué sintió después de la Anunciación del ángel y de la Encarnación del Verbo en sus entrañas.

Lo que sintió fue esto: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava".

Sintió una explosión de gozo tan grande que no cabía en Sí.

Una explosión de gozo y de gratitud por ser Madre de Dios y por llevar en su vientre al Hijo de Dios.

Yo no tengo hijos. Imagino que saber que tienes un hijo en las entrañas debe de ser un gran gozo. Imaginemos la inmensidad de gozo que debe de ser saber que ese hijo es el Hijo de Dios y que has concebido por obra del Espíritu Santo.

Imaginemos cómo sería la ORACIÓN CONTINUA de María pensando, sabiendo, siendo consciente de que lleva a Jesús en su vientre y de que la iban a llamar bienaventurada todas las generaciones.

María se ensimismaría en Dios fácilmente y se abandonaría en Él y le inundaría un abismo de gratitud inefable contemplar a su Hijo en Ella, y redescubrir, con el corazón, una y otra vez, las maravillas que había hecho Dios en Ella y la Misericordia de Dios.

Hoy seguimos acompañando a María en la espera del Adviento y le pedimos que sea nuestra maestra de oración.

Ser contemplativos y personas de oración es, no lo único, pero sí lo mejor que podemos hacer por este mundo.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ♥

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.