18 DE ABRIL
Jn 6, 35-40
🕯"Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre y el que cree en mí no tendrá sed".
También dijo:
🕯"Ésta es la voluntad del Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en Él tenga vida eterna".
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Estas dos cosas que dijo Jesús podemos relacionarlas con nuestra vida.
La primera podemos vivirla ya en esta vida.
Me refiero a que todos hemos experimentado que tenemos un deseo de infinito y que es imposible saciar nuestro corazón.
Hay una prueba de que Dios está en ti y en mí y es que nuestro corazón está en paz y saciado.
A esto se refiere Jesús cuando dice "El que viene a mí no tendrá hambre. El que cree en mí no tendrá sed".
La otra cosa que dice Jesús se refiere a la vida eterna. Nos dice que si creemos en Él tendremos vida eterna.
Ambas cosas se refieren a su vez a la Comunión: gracias a la Comunión del Cuerpo de Cristo nuestro corazón queda saciado y se nos promete la vida eterna.
Y, también gracias a la Comunión, ya en este mundo vivimos un preludio de la vida eterna y de alguna forma la acariciamos.
Esto es lo mejor que podernos hacer por los demás: dar testimonio de la paz de nuestro corazón.
Para ello, comulga con mucho amor.
Y, cuando comulgues, PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ♥
María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.
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