sábado, 16 de junio de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

17 DE JUNIO
Mc 4, 26-34



En el evangelio de hoy Jesús nos explica a qué se parece el reino de Dios y nos dice que se parece a una semilla que, tras ser sembrada, crece misteriosamente, sin saber cómo.

También nos dice que el reino de Dios se parece a la semilla de la mostaza que, siendo la más pequeña, cuando se siembra y germina crece tanto que pueden anidar en sus ramas los pájaros.

El reino de Dios está en nuestra alma y Jesús nos explica con estas imágenes que, si estamos en gracia, ahí, misteriosamente, actúa el Espíritu si lo dejamos.

El Espíritu de Jesús siembra su semilla y ésta va creciendo en silencio y sin saber cómo, hasta dar frutos de amor que se manifiestan en obras de amor.

Como la semilla de la mostaza germina hasta echar ramas tan grandes que llegan al cielo, también la semilla del Espíritu, sembrada en nuestra alma, nos hace crecer a cada uno mirando al cielo, teniendo el corazón más en el otro mundo que en éste.

La acción de Dios es así, va introduciendo su Palabra y su Amor en nuestros corazones, reparando las zonas del alma heridas por el pecado, lavando y vivificando las zonas dormidas o desfallecidas, inspirando y soplando gracias y carismas, desde el silencio y la humildad de Dios.

Ésa es la forma de actuar de Dios, en nuestra alma y en nuestra vida.

También los sucesos de nuestra vida, cuando son obrados por Dios, tienen ese sello: se reconocen porque van viniendo a nuestra vida sin forzar, casi sin sentir, de pronto están ahí las situaciones y las personas y ha ido cambiando la realidad.

Cuando somos los hombres los que cambiamos la realidad sucede lo contrario: los cambios vienen marcados por la brusquedad y la aparatosidad.

Hoy entreguemos nuestra vida al Señor para que Él haga lo que quiera.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


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