sábado, 28 de julio de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

29 DE JULIO
Jn 6, 1-15



El evangelio de hoy narra el milagro de la multiplicación de los panes y los peces.

Dice el evangelio que mucha gente seguía a Jesús y que estaba cerca la Pascua.

Este detalle es muy importante porque Jesús ya ansiaba con todo su Corazón celebrar con todos los hijitos de su Corazón la Nueva Pascua.

La Nueva Pascua que Él había de constituir entregándose y ofreciéndose al Padre con su Pasión y Muerte.

En la Pascua los judíos celebraban, y siguen celebrando, una cena-ritual para conmemorar la huida de sus antepasados de Egipto para adentrarse en el desierto, dejando la esclavitud, en busca de la tierra prometida.

Con la Última Cena, con su Pasión y su cruz Jesús establece la Nueva Alianza entre Dios y los hombres.

En esta Nueva Alianza somos rescatados del pecado y caminamos por el desierto de la vida en dirección a la Tierra prometida, la Jerusalén celeste, el cielo.

En cada Eucaristía celebramos la Nueva Alianza entre Dios y los hombres, a la que estamos invitados todos los hombres para unirnos a Jesús formando la Iglesia, la Familia de los hijos de Dios, de los hermanos en el Hijo, de los amados del Espíritu.

Jesús subió a un monte y lo seguía mucha gente. Estaba cerca la Pascua y estaba en su Corazón el deseo de entregarse, por eso multiplicó los panes y los peces, para saborear con esta comida como un "anticipo" de la unión de todos los hombres con Él y entre sí, constituidos hijos de Dios y hermanos suyos, una misma Familia con la Trinidad.

Meditemos el evangelio de hoy y vivamos la Eucaristía como Familia de hijos de Dios.

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


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