LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

2 DE OCTUBRE
Mt 18, 1-5.10

Dijo Jesús "Si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. El que se haga pequeño como un niño, ése es el más grande en el reino de los cielos".

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Nuevamente nos sale, por medio de este evangelio, el tema de la infancia espiritual, que consiste en la conversión de la persona, adoptando en la vida espiritual las características que tiene el comportamiento de un niño en la vida humana habitual.

Infancia espiritual - lo expresa la propia denominación - es ser como niños espiritualmente.

Es decir, es tratar a Dios Padre como niños pequeños, lo cual se manifiesta espiritualmente mediante lo que se llama "abandono", que consiste, como indica la propia palabra, en abandonarse en las manos de Dios, para que Él haga en nuestra vida y en nuestra alma lo que estime y considere, fiándonos totalmente de Él.

De todo esto se deduce que la infancia espiritual, paradójicamente, no es cosa de niños, sino que implica una gran fortaleza y humildad, cuando quizá podría pensarse que es algo simple y fácil.

Y es que la conversión que nos hace como niños es obra del Espíritu Santo y requiere de mucha humildad y abandono para que pueda realizarse.

Precisamente el que se hace como un niño y se abandona en Dios es el que más rápidamente avanza en la infancia espiritual, pues el Espíritu Santo lo descomplica y santifica rápidamente, precisamente porque es humilde y se ha hecho como un niño...

Hoy sería bonito reflexionar sobre el hecho de que, para hacernos santos, Dios nos quiere como niños.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.