jueves, 21 de febrero de 2019

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

22 DE FEBRERO
Mt 16, 13-19


En el evangelio de hoy Jesús pregunta a sus discípulos que quién piensan que es Él y Pedro responde "Tú eres el Mesías".

Entonces Jesús le dijo a Pedro: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y el poder de la muerte no la vencerá".

Y añadió: "Te daré las llaves del reino de los cielos. Lo que ates en el mundo quedará atado en el cielo. Lo que desates en el mundo, quedará desatado en el cielo"

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El evangelio de hoy nos muestra el grandísimo poder que Jesús le dio a Pedro y por tanto a sus sucesores: ni más ni menos que tener las llaves del reino de los cielos.

Y ni más ni menos que tener potestad para hacer y deshacer lo que consideren para el bien de la Iglesia.

Lo que me parece más admirable es que Jesús ha querido que en Pedro y sus sucesores "se unan el cielo y la tierra", de tal forma que lo que hagan o decidan tiene "el visto bueno del cielo" o, lo que es lo mismo, es como si lo hiciera Jesús, pues a Pedro se le dijo "Lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo".

Es una responsabilidad tan grande la que Jesús ha dejado en manos de Pedro y sus sucesores que necesita de mucha oración y de mucha gracia de Dios.

Por eso hemos de rezar mucho por el santo padre. Yo tengo la costumbre de pedir por él todos los días en la consagración en misa.

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


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