2 DE MARZO
Mc 10, 13-16
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Estas palabras de Jesús nos recuerdan que tenemos que hacernos como niños.
Esto sólo puede hacerlo el Espíritu Santo y se sirve de distintos medios para ello.
A menudo los disgustos y los desengaños son un medio del que se sirve el Espíritu para hacernos como niños.
Son como los golpes con el cincel que realiza un escultor en la piedra para realizar una escultura.
O como el lijado que un carpintero realiza en la madera áspera para volverla suave.
Hay un misterio en los disgustos, decepciones y desengaños, que consigue hacemos humildes y recogernos hacia el interior buscando a Dios.
Hoy agradezcamos a Dios los disgustos, que nos simplifican, nos hacen como niños y nos llevan a Él, si los vivimos con amor.
Pidamos ayuda al Espíritu para vivir los disgustos con amor.
PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻
María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.
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