LA ESCUCHA DEL CORAZÓN 💜🙏🏻 MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DEL DÍA 💜🙏🏻 21 DE MARZO

Dos hombres fueron al templo a orar, uno era fariseo y el otro cobrador de impuestos.

El fariseo le expuso al Señor todos sus méritos: que no era ladrón ni adúltero y que ayunaba y practicaba la limosna.

En cambio el cobrador de impuestos no se atrevía ni a levantar la mirada y lo único que sabía decir era "¡Ten compasión de mí, que soy un pecador!".

💜🙏🏻💜🙏🏻💜🙏🏻💜🙏🏻

El evangelio de hoy nos muestra una vez más que lo importante no son las obras en sí, sino la actitud del corazón.

Es por tanto nuestro corazón lo que hemos de examinar para ver qué hay en él, si hay arrepentimiento y deseo de pedir perdón, o si hay autocomplacencia y orgullo. (Lo cual es diferente a estar contento o pacificado por realizar la voluntad de Dios).

Quizá donde vemos más la diferencia entre una cosa y la otra - entre el orgullo y la sana satisfacción ante el bien hecho - es en el compararnos o no con los demás. Además de en la necesidad de exponer nuestros supuestos méritos, la cual nace puramente de la soberbia y de la vanidad.

El fariseo le decía al Señor en su oración "No soy como los demás". Aquí es sobre todo donde vemos su orgullo, además de en toda la retahíla de exposición de sus bondades.

Pidamos al Señor luz para ver qué hay en nuestro corazón y gracia para arrepentirnos.

Y evitemos compararnos con nadie: hacemos el bien para Dios y no somos mejores que nadie, sino pobres pecadores necesitados de misericordia.

Evitemos también dar importancia al bien que hacemos. Pidamos una gracia muy grande: la de vivir olvidados y abandonados, con la simplicidad de los niños, y con una consciencia muy grande de que que es Dios quien actúa en nuestras vidas.

Evitemos hacerle al Señor una exposición de obras buenas. Pidamos la gracia de vernos pobres y necesitados, indignos siervos que sólo hacen lo que tienen que hacer.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN 💜🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada, archidiócesis de Madrid.