El evangelio de hoy narra la aparición de Jesús resucitado a los discípulos de Emaús, los cuales venían de Jerusalén comentando con tristeza el final que había tenido Jesús, su Pasión y Muerte.
Entonces Jesús se unió a ellos y les fue explicando todo lo concerniente a Él, que aparece en las Escrituras.
Llegaron a Emaús y lo invitaron a quedarse y, estando a la mesa, lo reconocieron al partir el pan.
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El evangelio de hoy nos muestra, primero, una explicación de la Palabra, hecha por el Maestro, sobre Él mismo.
Después un compartir la mesa, con el partir el pan del Maestro como protagonista.
Este evangelio se convierte en prefiguración de la Eucaristía, con una parte de liturgia de la Palabra y otra parte de aproximación a la liturgia Eucarística, ambas dirigidas por Jesús.
Como sucede en toda Eucaristía, nos encontramos con Jesús y con los hermanos y somos devueltos al mundo para evangelizar.
De este modo, los discípulos de Emaús vuelven a Jerusalén para encontrarse con sus hermanos y para evangelizarlos, para proclamar "Cristo ha resucitado".
Nuestro corazón también espera poder unirnos a Jesús-Eucaristía y poder reunirnos con nuestros seres queridos.
María Dolores, virgen consagrada, archidiócesis de Madrid.
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