LA ESCUELA DEL ESPÍRITU SANTO 💘💘🙏🏻🙏🏻

Hace unas semanas, una señora cuyo hijo es alumno mío me ha dicho que soy muy dura en el criterio de corrección de ortografía de los exámenes y que penalizo demasiado las faltas de ortografía. Incluso me ha insinuado qué debería hacer, en lugar de lo que hago. 

Evidentemente, cuando una persona no tiene ni idea de una labor ni de una materia, da risa oír sus consejos.

Si resulta que su hijo pone muchas faltas de ortografía, y a ella le debería parecer bien que se le exija (en lugar de quejarse y meterse donde no sabe), la risa que dan sus comentarios da paso a una reacción de cierta ironía por mi parte, y a cortar la conversación.

Esto mismo es lo que sucede cuando queremos enmendarle la plana a Dios.

A veces le pedimos cosas injustas, o cosas cuyo alcance no sabemos, o cosas que no nos convienen.

Le decimos lo que tiene que hacer. Y pretendemos que nos trate diferente que a otros, que no nos exija, o que haga las cosas a nuestro gusto.

Seamos humildes y dóciles. Dios tiene una visión de las cosas que nosotros no tenemos.

María Dolores, virgen consagrada, archidiócesis de Madrid 💘🙏🏻