*LA ESCUELA DEL ESPÍRITU SANTO*

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19 de diciembre de 2022

Hoy las lecturas nos hablan de que la esterilidad puede volverse fecunda por la acción de Dios.

También nos enseñan a leer la realidad desde los signos de Dios, pues por allí por donde pasa Dios se ven signos reveladores.

El Evangelio nos recuerda la concepción de Juan Bautista, hijo de Zacarías e Isabel, ambos de edad avanzada.

El ángel Gabriel le reveló a su padre que iba a tener un hijo que estaría lleno del Espíritu Santo y, por las dudas que manifestó, quedó mudo hasta el nacimiento.

Tras esta revelación, Zacarías volvió a su casa, el Evangelio nos lo cuenta así: *"Al cumplirse los días de su servicio en el templo, volvió a casa. Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir de casa cinco meses, diciendo:* *«Esto es lo que ha hecho por mí el Señor, cuando se ha fijado en mi para quitar mi oprobio ante la gente».*

En esta línea de que meditemos en la esterilidad que resulta finalmente fructífera por la acción de Dios, el Libro de los jueces nos cuenta otra historia de concepción en la esterilidad: *"En aquellos días, había en Sorá un hombre de estirpe danita, llamado* *Manoj. Su esposa era estéril y no tenía hijos.* *El ángel del Señor se apareció a la mujer y le dijo:* *«Eres estéril y no has engendrado. Pero concebirás y darás a luz un hijo".*

Estas historias de concepción en la esterilidad nos tienen que hacer pensar en nuestra propia vida. La fecundidad puede aplicarse a cualquier vida en el sentido de ser fecundos a cualquier nivel (desarrollo personal, evangelización, entrega...), no sólo en el sentido de tener hijos biológicos, también en el sentido de desarrollar nuestra vida y, en el caso de las personas consagradas, además puede entenderse como tener hijos espirituales.

Confiemos en Dios y seamos humildes. Él también puede transformar nuestra esterilidad en fecundidad.

María Dolores, virgen consagrada, archidiócesis de Madrid 💘🙏🏻