LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ♥❤🙏
23 DE AGOSTO
MIÉRCOLES XX T.O.
Mt 20, 1-16
♥❤♥❤♥❤♥❤♥❤♥
El evangelio de hoy nos cuenta una parábola de Jesús en la que el dueño de una viña sale a contratar obreros para trabajar en su viña.
Sale 5 veces: al amanecer, a media mañana, a medio día, a media tarde y al atardecer.
Sin embargo, al final del día todos reciben el mismo salario: un denario, por lo cual los que habían trabajado más se quejan, pero el dueño de la viña les dice: "¿No te he dado lo acordado? ¿Por qué te molestas si quiero darle lo mismo a otros?".
Creo que el evangelio de hoy nos enseña varias cosas.
Una es que la consideración que Dios nos tiene no es porque hayamos trabajado más o menos en la Iglesia sino por el amor que hemos puesto.
El paso del tiempo no funciona igual en la vida espiritual que en el mundo. Una persona puede ser muy joven y ser muy santa - o no - o puede ser muy anciana y ser muy santa - o no -.
No necesariamente los que han trabajado más son mejores ni los que han trabajado menos son peores.
Simplemente debemos dejar a Dios los juicios y consideraciones.
Alguien que acaba de convertirse puede llegar a ser muy santo en poco tiempo y alguien de misa diaria quizá no termina de ser generoso/a con Dios.
Lo que nos tiene que importar es que Dios nos busca a todos y nos busca continuamente.
En la vida espiritual desaparecen muchas categorías que en el mundo prevalecen.
Otra cosa que nos enseña el evangelio de hoy es que no tenemos que compararnos.
Una vez una persona me dijo "A ti Dios te ayuda y a mí no".
Creo que no debemos hablar de lo que no sabemos. No lo digo porque a mí Dios no me ayude sino porque no sabemos qué cruces vive cada uno o qué oscuridades o qué circunstancias tiene cada uno.
Si veo que una persona recibe lo mismo que yo, ni siquiera sabemos qué significa ese denario para ella porque quizá lo necesita más que yo, con lo cual no estamos recibiendo lo mismo.
Muchos problemas vienen por las comparaciones y por las conclusiones precipitadas.
Una vez leí que hemos de vivir con paz, sin sacar muchas conclusiones, sólo haciendo lo que Dios nos pide cada día.
Creo que así hemos de vivir, dando gracias a Dios por nuestro denario. Y también por el denario que reciben los otros. Dios sabrá lo que hace, y lo que reciban los demás tiene que importarnos nada. En todo caso para alegrarnos.
🙏
María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.
No hay comentarios :
Publicar un comentario