domingo, 13 de agosto de 2017

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ♥♥🙏🙏

14 DE AGOSTO
LUNES XIX T.O.
Mt 17, 22-27



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Unos cobradores de impuestos le preguntaron a Pedro si Jesús no pagaba las dos dracmas que se exigían.

Más tarde, en casa, Jesús le dijo a Pedro: "Para no dar mal ejemplo, ve al mar, echa el anzuelo, agarra el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Tómala y págales por mí y por ti".

Jesús es el Hijo de Dios, viene a este mundo y tiene que pagar impuestos como todos.

Esto es una forma de pobreza. Verse despojado de su divinidad hasta el punto de tener que pagar impuestos.

Tener que someterse a las leyes de este mundo, como todos.

Jesús es el Hijo de Dios, debería estar exento, pero paga para no dar mal ejemplo.

Su divinidad se muestra en el milagro de la moneda escondida en el pez que pesca Pedro.

Su humanidad se somete a las leyes de este mundo y paga los impuestos, para no dar mal ejemplo.

Este evangelio nos habla de pobreza, de la pobreza de, siendo Dios, hacerse uno de tantos.

De la pobreza de, siendo el Autor del Universo, tener que pagar impuestos.

De la pobreza de, teniendo toda la riqueza a su disposición, no hacer uso de ello, mas que para no dar mal ejemplo.

De la pobreza de vivir con lo necesario y ser uno más. No hacer un milagro para satisfacción personal, sino para cumplir con las leyes de este mundo, para no dar mal ejemplo.

Aprendamos humildad y pobreza de nuestro Señor.

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.

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