martes, 10 de octubre de 2017

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤❤🙏🏻🙏🏻

11 DE OCTUBRE
Lc 11, 1-4



❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Los discípulos le pidieron a Jesús que les enseñara a orar: "Señor, enséñanos a orar".

Y Jesús les enseñó el padrenuestro.

Les enseñó a dirigirse al Padre con confianza, llamándolo Padre.

Muchas veces en la oración hablamos de nosotros mismos, y hay que hacerlo.

Sin embargo Jesús enseñó que antes que ninguna otra cosa tenemos que tratar a Dios con respeto, mostrándole amor, dirigiéndonos a Él con la debida reverencia: "Santificado sea tu nombre".

Es muy importante desagraviar por tantas personas que le ofenden y que blasfeman.

También le mostramos en el padrenuestro nuestro deseo de que Él sea amado y conocido: "Venga a nosotros tu reino".

Y le expresamos nuestro deseo de ser santos: "Hágase tu voluntad", porque nada es mayor indicio de santidad que desear sinceramente que se cumpla la voluntad de Dios y amar la voluntad de Dios.

Muchas veces olvidamos en la oración personal mostrarle a Jesús nuestro respeto y reverencia como lo hacemos en el padrenuestro.

Nos dedicamos a pedir, cosa legítima y que también hay que hacer: "Danos nuestro pan". En esta petición se compendian todas nuestras peticiones materiales.

A continuación solicitamos en el padrenuestro bienes espirituales, pedimos perdón: "Perdona nuestras ofensas". Lo hacemos poniendo como argumento el perdón que nosotros damos a los demás: "Como nosotros perdonamos a los que nos ofenden".

Pedimos también no caer en la tentación. Es una forma de expresar humildad y deseo de santidad.

Y, por último, que nos libre de todo mal.

Demos gracias a Dios por poder rezar esta oración que el propio Jesús nos enseñó.

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


No hay comentarios :

Publicar un comentario