domingo, 4 de marzo de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ♥🙏🏻

5 DE MARZO
Lc 4, 24-30



Jesús fue a Nazaret y dijo en la sinagoga: "Ningún profeta es aceptado en su tierra".

Estas palabras siempre me han llamado la atención, no deja de ser llamativo que desconfiaran de Jesús en su propio pueblo.

Me pregunto por qué lo permitiría Dios, creo que a Jesús le debía de doler el rechazo de sus vecinos y que esta circunstancia entra dentro del Misterio de Dios.

En mi caso el "no ser aceptada en tu propia tierra" es una cruz que Jesús me ha regalado y que a menudo no he vivido con total entrega y aceptación, por mi falta de virtud.

A menudo lo he meditado delante del Señor y he llegado a la conclusión de que Él se ha servido de esta circunstancia para purificarme y unirme a Él.

Por motivos parecidos a los que llevaron a Jesús a pronunciar la expresión "Ningún profeta es aceptado en su tierra" me he visto obligada a alejarme de personas consagradas, así se me ha aconsejado que lo haga por parte de quienes cuidan mi alma.

Aunque tengo familia y buenos amigos, me duele mucho esta cruz y muchas veces se la presento al Señor y me siento exactamente así, como se debió de sentir Él cuando dijo "Ningún profeta es aceptado en su tierra".

Esta cruz me ha llevado a sentir que el Señor me purifica y me despoja y me quiere así, despojada, para hacerme totalmente suya.

Creo que la purificación forma parte de la vida espiritual y su fin es la unión perfecta con el Amado.

Él en su Sabiduría sabe qué hay que limpiar en cada alma.

Si Jesús permite que vivamos el rechazo por parte de quienes más tendrían que acogernos, o lo que es lo mismo, que "nadie sea profeta en su tierra", suele ser por purificación, y cuando el Señor lo permite y nos quita afectos o personas Él sabe lo que hace. Nuestra respuesta tiene que ser de gratitud y docilidad.

Pide en esta Cuaresma que Él te purifique, Él sabe muy bien qué hay que purificar en ti, y pide también que te dé su gracia.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ♥

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


No hay comentarios :

Publicar un comentario