martes, 5 de junio de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ♥🙏🏻

6 DE JUNIO
Mc 12, 18-27



Hay una cosa que me admira y es la cantidad de problemas que le planteaban al Señor para ver si los resolvía.

Nos hemos acostumbrado a sus respuestas pero quienes le planteaban las cuestiones debían de quedarse asombrados y pasmados con ellas.

En el evangelio de hoy le plantean a Jesús que si una mujer ha estado casada sucesivamente con 7 hermanos (se moría su marido y se casaba con un hermano suyo, y así sucesivamente hasta 7), de quién será mujer en la otra vida.

Lo primero que pienso es que quienes le planteaban estos problemas al Señor se calentaban la cabeza en lugar de pensar en disfrutar del Señor y en amar al prójimo.

Quienes le plantean este problema al Señor eran saduceos, los cuales no creían en la resurrección.

Jesús les contesta que en la otra vida viviremos como ángeles.

Es muy hermoso esto. Creo que los matrimonios vivirán como ángeles, y vivirán en el Amor de la Trinidad, como todos viviremos en el Amor de la Trinidad.

Si han estado casados más de una vez, vivirán como Dios les conceda en su corazón pero vivirán como ángeles.

El vínculo matrimonial será ya innecesario pero vivirán unidos en el amor que se hayan tenido. Creo que esto será así.

Creo que en la otra vida nos amaremos todos, inmersos en el Amor de la Trinidad, pero de alguna forma estaremos unidos de forma especial con los que hemos estado vinculados en este mundo de forma especial, esto incluye lógicamente a los matrimonios.

En cuanto a la forma de vida de los consagrados y sacerdotes, que es en este mundo ya un reflejo de ese "vivir como ángeles" propio de la vida futura, o debería serlo, creo que a esa forma de vida que ya vivimos en esta vida se añadirá el vivir plenamente inmersos en la Trinidad amando a todos, lo cual de alguna forma se nos concede ya en esta vida viviendo la paternidad y maternidad espirituales.

Creo que el evangelio de hoy debe servir para recordarnos a todos la vida futura.

En realidad, si seguimos a Cristo, estar con Él es nuestro fin primero y último, y, si queremos amar a Dios, Que es eterno, en esa eternidad queremos vivir, con Él y con nuestros hermanos.

Pidamos al Espíritu que nos ayude a comprender mejor la vida futura y a ser conscientes de que ése es al mismo tiempo nuestro final y nuestro principio.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ♥🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


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