2 DE JULIO
Mt 8, 18-22
Jesús dijo: "Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza".
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Estas palabras de Jesús nos invitan a vivir el despojo y el desprendimiento, que son dos caras de la misma moneda.
El despojo es una situación espiritual en la que nos encontramos cuando Jesús quita de nuestra vida cosas y personas con el fin de que nuestro corazón sea sólo para Él.
Otro motivo para ser despojados es que vivamos la humildad y ser purificados.
Y, por último, otro motivo para ser despojados es señalarnos nuestro camino para que no perdamos tiempo con cosas que no son la voluntad de Dios.
Así como el despojo es Acción de Dios, el desprendimiento es la respuesta que se espera de nosotros ante situaciones, cosas y personas.
El desprendimiento es una actitud cuyo objetivo es conservar la libertad de amar y hacerlo conforme a la vocación recibida.
No vive el desprendimiento del mismo modo por tanto un sacerdote, una consagrada o un casado.
Pero todos tenemos que estar desprendidos del dinero, del poder, de afectos que nos apartan de nuestro camino.
Según cuál sea nuestra vocación, habrá que matizar personalmente qué uso hacemos de las cosas y qué relaciones mantenemos con las personas.
En cualquier caso nuestro corazón ha de estar siempre libre, no puede quedarse prendido a nada que no sea Dios y la voluntad de Dios, de ahí el des-prendimiento que todos hemos de vivir.
El desprendimiento nos ayudará a vivir la cruz, pues en ella murió Jesús en un despojo total y con Él hemos de identificarnos.
PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻
María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.
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