jueves, 9 de agosto de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

10 DE AGOSTO
Jn 12, 24-26


Desde hace muchos años me preocupa el dar fruto, que mi vida no quede estéril, que sea una vida de amor - con mis miserias - y que el Evangelio llegue a muchas personas, viviendo la maternidad espiritual a la que Jesús me llama.

El evangelio de hoy da algunas claves para que nuestra vida sea fructífera. Todas ellas pueden resumirse en dos: el olvido de sí y el seguimiento del Señor.

Nos dice Jesús: "Si el grano no cae en tierra y muere queda infecundo pero si muere da mucho fruto".

Se nos pide que, como el grano, que si no cae en tierra y muere queda infecundo, y que renuncia a ser grano y se abre a la vida, enterrándose y disponiéndose a que surja de él la vida, se nos pide que, como el grano, nos abramos a la vida y vivamos el olvido de sí.

Yo no me veo capaz de vivir esto, es una gracia que tenemos que pedir.

En este sentido también nos dice Jesús: "El que se ama a sí mismo se pierde".

También nos dice Jesús "El que quiera servirme que me siga".

Y añade "Donde esté yo, allí también estará mi servidor".

Yo me pregunto dónde estás, Señor.  Y estás en la Iglesia, en los sacramentos, en el Sagrario, en un rato de oración, en una reunión en la que estén dos o más reunidos en tu nombre, siempre que se invoque al Espíritu y siempre que se viva la caridad.

Y veo que ése es mi camino: abandonarme en manos de mi Esposo para que Él me dé la gracia del olvido de mí, y seguirlo y buscarlo en todos los sitios donde Él vive y está.

Así su Vida se manifestará en nuestra vida.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


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