LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻
9 DE AGOSTO
Mt 25, 1-13
El evangelio de hoy es la preciosa parábola de las vírgenes necias y prudentes.
Es una parábola cuyo sentido está relacionado con el fin de la vida y con la vigilancia que tenemos que tener porque en cualquier momento puede venir Jesús y llevarnos con Él a la otra vida.
Lo más precioso de esta parábola son los símbolos.
Jesús podía haber escogido para su parábola muchos tipos de personajes que esperan a alguien (porque el asunto es que unas personas - cualquiera de nosotros - esperan a Otra - a Jesús -).
Y sin embargo Jesús escogió a unas vírgenes que esperan a su Esposo.
Las connotaciones son claramente significativas, porque lo que se quiere significar es que la espera que tenemos que hacer de Jesús es una espera de AMOR, como la de una prometida que espera a su adorado esposo.
Una vez dijo Santa Teresa de Jesús que el amor entre Jesús y ella superaba todas las expectativas de cualquier relación romántica y apasionada.
No creo que tengamos que vivir un cristianismo "romántico" - aunque cada persona tiene su personalidad y su modo de vivir las cosas y los acontecimientos-. Lo importante es que de todos espera Jesús que vivamos una historia de amor con Él y que vivamos esta vida como una espera de amor.
También es cierto que estas características se acentúan según las vocaciones y los estados de vida (las personas consagradas vivimos la vida como una espera del Esposo con total radicalidad).
Hay muchos otros símbolos preciosos en la parábola: la virginidad de las vírgenes, que es la inocencia y la purificación de todo pecado; la luz de las lámparas, que es la luz que recibimos de Dios; la necedad o prudencia de las vírgenes, que nos expresan la libertad y la cooperación personales para hacer el bien y hacer fructificar los talentos.
Hoy nos fijamos sobre todo en ese vivir la vida como una espera de amor.
PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤
María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.
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