martes, 14 de agosto de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

15 DE AGOSTO
Lc 1, 39-56


El evangelio de hoy relata la Visita de la Virgen a su pariente Isabel.

El ángel Gabriel le acaba de decir a María en la Anunciación que su pariente Isabel está esperando un hijo, aquella a la que se consideraba estéril.

Entonces María no pierde tiempo y va a las montañas a visitar a Isabel. Ésta, nada más verla, le dice "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?".

Y María contestó recitando el Magníficat.

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En el Magnificat María dice de sí misma que Dios ha mirado su humillación, "la humillación de su esclava".

En la Anunciación Ella acaba de responderle hace unos días al ángel,  ante la propuesta de ser Madre de Dios, "He aquí la esclava del Señor".

🕯ESCLAVA

María estaba acostumbrada a usar este término para referirse a sí misma.

Lo vemos en la facilidad con la que lo usa dos veces en poco tiempo y con mucha soltura y espontaneidad.

La santísima Virgen estaba pues acostumbrada a usar este término para referirse a sí misma.

Probablemente en su oración diaria se llamaría a sí misma "esclava" y, al referirse a sí misma, le sale el término con facilidad.

🕯HUMILDAD

También dice María en el Magnificat que Dios, su Salvador, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes.

A nadie ha enaltecido tanto Dios como a Ella: la que se consideraba eslava fue elegida para ser Madre de Dios y para gozar de Dios en cuerpo y alma en el cielo, una vez acabada la vida en este mundo.

El evangelio de hoy me habla de humildad, de la humildad de nuestra Madre, de la humildad que hemos de vivir todos.

Dice el papa Francisco que hemos de vivir las humillaciones y que ése es el camino de la humildad y por tanto de la santidad.

Tenemos que imitar a María, que se consideraba la esclava del Señor.

La Madre de Dios fue la primera que siguió a su Hijo por las sendas de la humillación, Ella lo imitó desde antes de que naciera, imitó a su Hijo, que había de humillarse hasta la muerte y muerte de cruz.

Hoy me viene, al pensar en nuestra Madre, pensar en su humildad y pedir gracia para ser humilde.

El papa Francisco da algunos ejemplos de vida humilde: evitar hablar de los propios éxitos, realizar tareas sin brillo, sufrir las injusticias y ofrecerlas...

Hoy honramos especialmente a la Bienaventurada, a la esclava del Señor, a la que ha sido enaltecida por ser humilde.

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


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