sábado, 18 de agosto de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

19 DE AGOSTO
Jn 6, 51-58


Este domingo es el cuarto consecutivo en el que la Iglesia nos da como Alimento un evangelio sobre la Eucaristía.

Mediante el evangelio de hoy se nos recuerda:

🕯Que la Eucaristía es el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

"Yo soy el Pan vivo que ha bajado del cielo" dice Jesús.

El pueblo elegido ya comió un pan bajado del cielo cuando caminaba por el desierto en busca de la tierra prometida, el maná.

Pero el Pan de la Eucaristía no es simplemente pan del cielo, es el propio Jesús, es su Carne: "El pan que yo daré es mi carne" nos dice Jesús.

🕯Se nos vuelve a recordar que este alimento nos da la vida eterna.

Cualquier otro alimento nos da vida, pero no vida eterna. La Eucaristía nos da la vida eterna.

"El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna" dice Jesús.

🕯También se nos recuerda que, al comulgar, somos habitados por la Trinidad.

Somos habitados por Jesús de forma especial y misteriosa, haciéndose Él uno con cada uno: "El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él" dice Jesús.

Si Él habita en nosotros, también habitan con Él el Padre y el Espíritu. Somos por tanto Templos de la Trinidad.

Ante tan gran misterio que es la Eucaristía, en la que se nos entrega el mismo Cristo para darnos vida eterna y poseernos con su Amor, habitándonos y convirtiéndonos en templos suyos, sólo podemos decir gracias y dejarnos amar.

🕯Todos estamos llamados a ser templos del Espíritu, es nuestra gran vocación.

Esto tiene que llevarnos a tratar con amor a todas las personas, pues todos tenemos esta vocación y participamos de esta gran dignidad.

En cada persona tenemos que ver a una persona que está llamada a ser Templo de la Trinidad.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻


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