viernes, 3 de agosto de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

4 DE AGOSTO
Mt 14, 1-12



El evangelio de hoy nos cuenta que Juan Bautista fue encarcelado por Herodes porque le decía que no le estaba permitido vivir con Herodías, mujer de su hermano.

El día del cumpleaños de Herodes la hija de Herodías bailó tan bien que Herodes le dijo "Pídeme lo que quieras". Ella, instigada por su madre, le dijo "Dame en una bandeja la cabeza de Juan Bautista". Dice el evangelio que el rey lo sintió pero que por el juramento y los invitados ordenó que se la dieran.

Lo que me llama la atención de este evangelio no es el desarrollo o el final sino el principio, porque el evangelio comienza diciendo que Herodes, al oír lo que se contaba de Jesús, dijo "Ése es Juan Bautista, que ha resucitado de entre los muertos".

Es muy interesante esa afirmación porque nos muestra que Herodes mató a Juan Bautista pero no consiguió acallar su voz.

Porque su voz era la Voz de Dios en su conciencia y Juan Bautista le hablaba de su pecado en nombre de Dios, por eso no consiguió acallar su voz matando a Juan.

Había matado a un inocente y él lo sabía, porque el evangelio nos dice que "lo sintió", y, al oír hablar de Jesús, se acordaba de Juan.

Hoy el evangelio nos invita a reflexionar sobre la Voz de Dios, que nos habla siempre, porque es eterna.

Su Palabra permanece siempre, se nos mete por los oídos y sobre todo por los sentidos espirituales y nos muestra su voluntad, su Amor y misericordia.

No la podemos parar, nos habla por medio de personas, de escritos, por medio de la naturaleza, por medio de los sucesos de la historia y de la vida, pero sobre todo nos habla en la oración, cuando nos ponemos delante del Señor y PONEMOS A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤ con humildad.

No podemos silenciar a Dios. Dice el evangelio que Herodes mandó prender a Juan y lo metió en la cárcel encadenado. Valiente proeza encadenar y encarcelar al pobre Juan, que no tenía dónde caerse muerto.

Pero Dios estaba con él y a Dios no se le puede encadenar ni encarcelar ni decapitar. Quien lo haga seguirá oyendo su Voz porque su Palabra es como el agua, se abre paso por todas partes y todo lo limpia, cura y vivifica.

Hoy se nos invita a escuchar la Voz de Dios.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


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