jueves, 13 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

14 DE SEPTIEMBRE
Jn 3, 13-17


El evangelio de hoy es muy bonito y muy profundo.

Dijo Jesús a Nicodemo: "Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre".

A veces la gente dice "Nadie ha venido del cielo" y lo que expresan es un gran error: Jesús, el Hijo de Dios, ha venido del cielo.

Jesús prosiguió diciéndole a Nicodemo: "Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna".

Moisés, en el desierto,  fabricó una serpiente de bronce y la puso en alto, y todos los que la miraban se curaban de las picaduras de serpiente.

Del mismo modo, Jesús habla de sí mismo a Nicodemo y le dice que será elevado en la cruz para que todos los que lo miremos quedemos curados de las mordeduras de la serpiente, es decir, de todas las veces que pecamos o del pecado en sí.

Las palabras de Jesús nos tienen que llevar a tener la delicadeza interior de agradecer a Jesús su Sacrificio.

También nos tienen que llevar a tomar conciencia del poder redentor y curativo de la cruz y de la eficacia redentora de vivir la cruz y contemplarla.

En este sentido, decidámonos a unirnos a Jesús, para que su Espíritu nos inspire el enamoramiento del Crucificado y para que también nos inspire la contemplación de sus Llagas pues, tal como dijo Jesús, Él tenía que ser elevado para que todo el que lo mire y crea en Él tenga vida eterna.

Es decir, para que todo el que lo contemple y contemple sus Llagas tenga vida eterna.

Hoy contemplemos las Llagas de Jesús y PONGAMOS A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


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