martes, 25 de septiembre de 2018

LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

26 DE SEPTIEMBRE
Lc 9, 1-6


Jesús dio poder a los apóstoles para expulsar demonios y curar enfermedades y los envió a proclamar el reino de Dios diciéndoles que no llevaran nada para el camino, ni bastón ni alforja ni pan ni dinero.

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Creo que no se nos pide a todos lo mismo y esto no es ni bueno ni malo ni mejor ni peor, simplemente Jesús decide qué nos pide a cada uno y nosotros hacemos lo que Él nos pide y nos abandonamos a su Sabiduría y al misterio de sus decisiones.

Esto lo digo porque sí nos pide el Señor a todos que proclamemos el reino de Dios, aunque no nos pide a todos que lo hagamos del mismo modo.

Lo que sí que no nos pide el Señor a todos es que vivamos la Providencia como se lo pidió a los apóstoles en el evangelio de hoy, diciéndoles que no llevaran nada, ni alimento ni dinero ni bastón... nada.

Esa forma de vivir la Providencia es muy bonita y supone un abandono muy grande. Me recuerda a la forma como la viven las religiosas del Cottolengo: si necesitan leche o dinero o juguetes, van a la capilla, lo piden y, de forma increíble y milagrosa, allí aparece lo que necesiten: o aparece un maletín con dinero o un camión con leche o a alguien se le ocurrió de pronto llevar allí juguetes.

Esa forma de vivir es preciosa y es un carisma que ellas han recibido pero no es lo común.

¿Es que los demás no tenemos que vivir la Providencia? Por supuesto que sí, pero se nos pide poner en juego todas nuestras capacidades y realizar todas las gestiones, y también rezar, y después, sólo después, esperar en la Providencia.

¿Es mejor o peor una cosa u otra? Lo importante es hacer lo que Dios nos pide a cada uno y alegrarnos con los carismas de todos.

Demos gracias por tener en la Iglesia religiosas con carismas tan edificantes, y demos gracias también por poder trabajar y orar y desarrollar las capacidades que Dios nos ha dado y por poder tener fe para esperar en la Providencia, mientras realizamos todas las gestiones y ponemos toda la carne en el asador y también después, una vez que hemos hecho todo lo que hemos podido.

Hoy pensemos en la oración en lo bonito que es abandonarnos a la Providencia, sólo con la oración o desarrollando además los talentos que Dios nos ha dado y proveyéndonos de lo necesario.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.


No hay comentarios :

Publicar un comentario