14 DE DICIEMBRE
Mt 11, 16-19
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El evangelio de hoy nos muestra que tenemos que tener la mirada limpia para ver a Dios y para saber distinguir dónde encontrarlo.
Podemos tener delante a un santo como Juan Bautista y, si no tenemos la mirada limpia, ver a un endemoniado.
Podemos tener delante al Hijo de Dios y, si no tenemos la mirada limpia, ver a un hombre cualquiera y encima poco virtuoso.
Pidamos al Espíritu Santo que nos limpie el corazón para que podamos ver en un niño al Hijo de Dios.
Podemos "ayudar" al Espíritu Santo mediante la oración y la penitencia.
PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻
María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.
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