LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤🙏🏻

29 DE DICIEMBRE
Lc 2, 22-35

El evangelio de hoy narra la Presentación de Jesús en el Templo y el encuentro de Simeón con María, José y el Niño.

Son maravillosas y desconcertantes las palabras que Simeón dice del Niño: "Mis ojos han visto al Salvador" y las que le dice a su Madre: "Una espada te traspasará el alma".

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Leyendo este pasaje del evangelio me viene a la mente el día de mi consagración, que estuvo lleno de cruz.

Mi abuela había fallecido hace poco, mis padres no entendían nada y me lo hicieron pasar mal, mi hermano pequeño no pudo venir de Alemania, la compañera que se consagraba conmigo por más que hice para que fuéramos amigas no pudo ser, en la ceremonia yo quería estar postrada durante las letanías - el ritual da a escoger entre postrada y de rodillas - y tenía que ser de rodillas... Acabé bien completa y saciada de cruces y Jesús me dio a entender así cómo iba a ser mi vida.

Hoy lo recuerdo leyendo este pasaje del evangelio, porque fueron José y María a consagrar al Niño y a la pobre María le soltó Simeón que una espada le iba a atravesar el alma.

A veces Dios permite que los días más felices sólo lo sean por fuera y por dentro vengan cargados de cruz.

Me he acostumbrado a vivir con cruz y soy feliz en ella y con ella.

Ayer quedé con una amiga muy querida y le conté mis cruces pero le dije que sin embargo soy feliz.

La pedagogía del Señor y de la Iglesia nos va enseñando en estos días que el Niño Jesús estuvo marcado con el signo de la cruz desde niño y nos va recordando así que la vida de un cristiano también lo está.

Concretamente en el bautismo ser sumergidos en la pila bautismal es un signo de ser sumergidos en el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

Y cualquier consagración implica un desposorio con Cristo en la cruz.

Hoy pongamos nuestras cruces en la presencia del Señor.

PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤🙏🏻

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.