17 DE ABRIL
Mt 26, 14-25
El evangelio de hoy sigue narrando, igual que ayer, la traición de Judas: cómo fue a hablar con los fariseos para acordar un precio por la entrega del Señor y cómo Jesús descubrió su traición en la Última Cena, cuando él mismo le preguntó a Jesús "¿Acaso soy yo quien te va a entregar?"
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Me asusta, Señor, la frialdad de Judas: el entregarte, el acordar una suma de dinero, seguir sentándose a la misma mesa que tú, tener la cara de preguntarte si él te iba a entregar.
Me pregunto qué puede sucederle a alguien para hacer tanto mal sin que un rescoldo de su corazón lo llame o lo avise de su pecado.
Las actuaciones de Judas nos recuerdan que el mal existe y que no podemos ignorarlo.
En estos días previos a la Pasión nos ponemos junto a Jesús incondicionalmente y consolamos su Corazón.
María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.
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