Jesús nos dice hoy que Dios ha mandado a su Hijo al mundo para que todo el que cree en Él tenga vida eterna.
Con estas palabras nos muestra Jesús la relación entre el Padre y el Hijo: se trata de una relación de Amor, pues el Padre nos ama y envía a su Hijo al mundo por Amor.
A su vez, el Hijo obedece al Padre por Amor, y Ambos desean que cada uno de nosotros entre en esa relación de Amor, dejándonos amar por Ellos.
Dejarnos amar por el Padre y el Hijo supone abrirnos para que puedan derramar su Amor sobre nuestra alma y corazón, es decir, acoger la acción del Espíritu Santo, que es el Amor de Dios hecho Persona divina.
Sólo si acogemos el don de Dios, expresado y manifestado en su Amor, podremos amar a los demás, pues será el Amor de Dios quien ame en nosotros y a través de nosotros.
PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤️🙏🏻
María Dolores, virgen consagrada, archidiócesis de Madrid.
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