LA ESCUELA DEL ESPÍRITU SANTO 💘💘🙏🏻🙏🏻

10 de julio de 2022

En el Evangelio de hoy Jesús cuenta esta parábola:

"Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: “Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”.

En esta lectura se nos deja perfectamente claro cómo hay que comportarse con el prójimo, ayudándole en lo que necesite, abandonando actitudes pasotas y pasivas.

La novedad del Evangelio es con quién tenemos que comportarnos de forma amorosa y caritativa. Jesús nos dice "con nuestro prójimo". 

En el Evangelio dejan de existir las categorías convencionales (familia, amigos...) y aparece una categoría nueva: el prójimo, es decir, el que está "próximo", por tanto, todo aquel con quien coincidimos en el camino de la vida.

Vemos que el Evangelio se decanta por el dicho popular "Haz el bien y no mires a quién". Hacemos el bien a quien lo necesita, transcendemos las categorías de "familia" y "amigos" y se nos pide que nos convirtamos en buenos samaritanos de todos.

La vida es después mucho más complicada y a menudo tenemos que ser prudentes y protegernos del daño que nos puedan hacer pero en principio la enseñanza del Evangelio es clara.

María Dolores, virgen consagrada, archidiócesis de Madrid 💘🙏🏻