25 DE AGOSTO
VIERNES XX T.O.
Mt 22, 34-40
"Jesús dijo "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo"
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¡Qué hermoso es el cristianismo! Mientras leo las palabras de Jesús sobre el mandamiento del amor me embarga la emoción.
Respetamos a todos los creyentes de todas las creencias nobles, pero qué hermoso es seguir a Cristo, que nos dice que hay que amar a Dios y a los hombres y que ahí se compendia y se resume todo.
Mientras el mundo nos dice "Ámate a ti mismo, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente" - y vemos tantos desórdenes y desgracias en el mundo, consecuencia de esta idea egoísta y fracasada-, Jesús nos dice "Ama a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo".
Con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Porque el amor a Dios debe abarcar todo el ser:
- el corazón, o sea, los sentimientos y afectos,
- el alma, porque es donde habita la Trinidad si amamos a Dios,
- la mente, porque toda la psicología de la persona debe transformarse y el ser de la persona debe convertirse en "persona enamorada".
Ésta es la clave: tenemos que preguntarnos si estamos enamorados, cada uno con su vocación. Tú, consagrada, sacerdote, casado, casada, soltero, soltera, ¿estás enamorado/a de Jesús? Creo que con esta pregunta nos jugamos todo.
Jesús nos dice que el Amor a Dios es el mandamiento primero y principal.
Sobre el amor al prójimo Jesús dice que es el segundo mandamiento y que es un mandamiento similar al anterior.
Similar porque el amor a Dios y al prójimo son una misma cosa. Pero uno es el mandamiento primero y el otro es el segundo. Porque el amor al prójimo tiene que nacer del amor a Dios.
Tiene que ser Jesucristo el que posea nuestro ser y ame en nosotros.
Tenemos que dejar a Jesús amar en ti y en mí.
Cristo mío, desde tu Corazón quiero ver al prójimo y quiero ver al mundo.
Ante tu Corazón llagado quiero rendirme y en tu Mar de Amor desaparecer, para que ames Tú a todos los que pasen por mi vida de cerca y de lejos.
LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ♥ hoy nos lleva a oír especialmente la Voz de Dios que nos invita a examinar cómo es nuestro amor a Dios y al prójimo.
Tenemos que ser amables, serviciales, generosos, atentos, entregados, sinceros, leales...
Pero sobre todo pidamos a santa María un corazón grande, católico, universal, en el que quepan todos.
Porque Jesús los ama y desea amarlos en ti y desde ti.
María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.
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