LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ♥❤🙏🏻
26 DE AGOSTO
SÁBADO XX T.O.
Mt 23, 1-12
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Jesús critica en el evangelio de hoy el comportamiento de los fariseos.
Dice Jesús de ellos que les gusta que les llamen maestros, tener asientos de honor y que les hagan reverencias. No eran precisamente ejemplos de humildad.
Me he fijado especialmente en estas palabras de Jesús: "Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros pero ellos no están dispuestos a mover un dedo".
Esos fardos pesados a los que se refiere Jesús son la culpa.
La culpa no es ni buena ni mala en sí. Si somos humildes, se diluye y se transforma en arrepentimiento y nos lleva a Dios.
En cambio si somos soberbios, la culpa se agranda y nos hace sufrir.
Hay personas que tienen la costumbre de culpabilizar. A veces lo hacen sin darse cuenta pero hacen sufrir mucho.
Una religiosidad basada en la culpa en realidad no es religiosidad, pues la culpa no ha de durar mucho y debe dar paso a la confianza en la misericordia divina.
Si la culpa persiste, o bien la persona ha sido muy castigada a lo largo de su vida o bien en realidad no se está dando un encuentro con el Señor sino un deseo de perfección absurdo y vacío, que ahoga y asfixia a la persona.
Siempre he huido de la religiosidad culpabilizadora. Creo que si tenemos buena intención el Espíritu Santo nos ayudará y que, si pedimos perdón, Jesús nos envía su Espíritu para ayudarnos.
Lo que sí es muy importante es la sinceridad con uno mismo y con Jesús.
Y la humildad para asumir culpas.
Y el propósito de enmienda.
Pero quedarnos en la culpa es antievangélico y poco saludable.
Nos enquista en la soberbia y es como caer en un pozo. Dios nos libre.
Dios nos libre con toda la plenitud del verbo librar porque quedarse anclado en la culpa es una esclavitud, en realidad es la esclavitud del pecado, porque uno no es capaz de desprenderse de su pecado y de dárselo a Dios.
La humildad nos lleva a ver que no tenemos más que darle al Señor que nuestros pecados, pero se los damos y seguimos la vida con paz.
Jesús, dame un corazón sencillo para poder hacer LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤
María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.
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