LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ❤❤🙏🏻🙏🏻

17 DE SEPTIEMBRE
DOMINGO XXIV T.O.
Mt 18, 21-35

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El evangelio de este domingo nos habla del perdón.

El argumento que se nos da es que pensemos en lo que se nos ha perdonado a nosotros.

Esto es lo que se nos dice en el evangelio de hoy y también lo que rezamos en el padrenuestro: "Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden".

El pensar que hemos de perdonar porque a nosotros se nos ha perdonado mucho previamente, es un argumento evangélico, es un argumento, por tanto, que el mismo Dios nos da.

Hemos de pensar, pues, en nuestros pecados, hacer examen de conciencia.

Puede suceder que objetivamente los demás nos han ofendido y nosotros no hemos hecho nada.

En este caso creo que tenemos que recordar lo que decía santa Teresa del Niño Jesús.

Ella decía que con ella se había tenido más misericordia que con nadie, porque se le había dado la gracia de preservarla del pecado grave y que por tanto Dios había tenido con ella más misericordia que con nadie.

Decir estas palabras muestra una gran conciencia del propio pecado.

Creo que esto es una gracia grande que hemos de pedir: ser conscientes de que somos pecadores, hayamos pecado o no, pero sentir el propio pecado, porque todos somos pecadores.

Creo que ésta es la gracia que tiene que fundamentar el perdón: sentir que todos somos pecadores.

Esto es una gracia que tenemos que pedir, que nos situará en la humildad y nos unirá a Dios.

Esta gracia posibilitará el perdón de corazón.

Muchas veces las relaciones no serán restablecidas, porque, cuando se traiciona la confianza, esto no es posible, pero sí se dará el perdón.

A veces no podemos volver a ver a las personas que nos hirieron, a veces no es posible por diversos motivos, pero sí podemos perdonarlas delante de un Sagrario, en Presencia de Dios.

Pidamos sobre todo la gracia de sentirnos pecadores, para poder perdonar.

Pongamos A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤ en Presencia de Dios.

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.