LA ESCUCHA DEL CORAZÓN ♥♥🙏🏻🙏🏻

5 DE NOVIEMBRE
DOMINGO XXXI T.O.
Mt 23, 1-12

♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥

Jesús critica la actitud de los fariseos. Les echa en cara

- que agobiaban a la gente con sus preceptos,

- que "todo lo que hacían era para que la gente los viera",

- que les gustaban los primeros puestos y ser considerados maestros.

Si agobiaban a la gente con sus preceptos, significa que tenían necesidad de dominar y que se habían puesto en lugar de Dios, que ejerce todo poder.

Si todo lo hacían para que los viera la gente, vivían en la mentira y estaban sometidos al juicio humano, no al juicio de Dios.

Si les gustaban los primeros puestos y ser considerados maestros, no vivían cara a Dios, y le quitaban a Él la gloria que sólo a Él le corresponde.

Es muy preocupante tener estas actitudes de falta de humildad pero lo es aún más si las tienen personas con responsabilidades, de las cuales dependen otros.

Hay un aspecto que se desprende de estas actitudes y que es muy importante: la falta de libertad.

Falta de libertad tanto en este tipo de personas como en quienes supuestamente les sigan.

Jesús ha venido a liberarnos, nadie puede imponernos nada, y menos para ejercer un poder y una necesidad de dominar.

Quien tiene un cargo tiene que vivir con desapego y ser humilde, así no sentirá la necesidad de someter a nadie.

Quien tiene un cargo tiene que ser persona de oración porque sólo eso le hará vivir cara a Dios, libre de cualquier atadura humana y libre de cualquier consideración de humanos.

Quien tiene que transmitir a Dios tiene que vivir cara a Dios y ayudar a las personas a ser libres y a amar.

Quien tiene personas a su cargo tiene que ser libre y ayudar a otros a ser libres.

Para ser libres hemos de ser humildes.

Esto no está reñido con la exigencia personal, propia y de otros.

Simplemente la exigencia tiene que vivirse con humildad y libertad para no convertirse en fanatismo.

Recemos para que nuestros pastores sean personas santas y para que a todos el Espíritu nos dé luces para ser libres y santos.

María Dolores, virgen consagrada. Archidiócesis de Madrid.