El evangelio de hoy nos narra la escena sublime en la que están la Santísima Virgen y el apóstol Juan junto a la cruz de Jesús, y Él le dice a su Madre "Ahí tienes a tu hijo" y después le dice a Juan "Ahí tienes a tu madre".
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Realmente es muy significativo que Jesús les diga esas palabras a su Madre y a Juan, mientras está crucificado, pues, más allá de que en ese momento María se quedaba sin su Hijo, y su Hijo le da un hijo adoptivo para que la cuide, más allá de esos hechos digamos "naturales", están sucediendo en ese momento otros hechos "sobrenaturales" de una importancia muy superior.
Esos hechos "sobrenaturales" son que Jesús nos está redimiendo y que María se está convirtiendo en madre nuestra por la unión perfecta con su Hijo.
Al entregarle Jesús a su Madre a Juan como hijo, se está explicitando lo realmente fuerte y profundo que está sucediendo en ese momento a ojos de Dios y del Cielo: María se está convirtiendo de manera absolutamente real y plena en madre nuestra, nos está dando a luz allí mismo, en el plano espiritual, y Juan es, si quiere decirse así, el único hijo, de toda la humanidad, al cual está dando a luz y está viendo al mismo tiempo.
Imaginemos la escena con devoción y demos gracias a Dios por habernos dado a María como madre.
Confiemos siempre en Ella y pidámosle lo que necesitemos, como nuestra Madre que es.
PON A LA ESCUCHA EL CORAZÓN ❤️🙏🏻
María Dolores, virgen consagrada, archidiócesis de Madrid.
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