LA ESCUELA DEL ESPÍRITU SANTO 💘💘🙏🏻🙏🏻

16 de julio de 2022

Hoy se lee en la Eucaristía el Salmo 9, el cual nos muestra una situación y unos sentimientos que todos hemos tenido alguna vez: Se trata de la sensación de que el malvado actúa impunemente y de que Dios "desaparece" y deja solo al que obra bien.

De esta forma, la lectura del Salmo comienza dirigiéndole a Dios esta pregunta: "¿Por qué te quedas lejos, Señor,

y te escondes en el momento del aprieto?".

Es una pregunta que todos le hemos hecho a Dios alguna vez: "¿Dónde estás, Señor? ¿Dónde te metes cuando sufro injusticias por parte de quien no me quiere bien?".

El Salmo describe muy bien la actuación y la forma de pensar del malvado: "El malvado se gloría de su ambición,

el codicioso blasfema y desprecia al Señor.

El malvado dice con insolencia:

«No hay Dios que me pida cuentas.»

Los que sufrimos injusticias, difamaciones y humillaciones a menudo tenemos esa sensación que se describe en el Salmo, la de que el malvado hace lo que le da la gana impunemente.

Al final del Salmo se nos da una pista de cómo tenemos que comportarnos, tenemos que tener confianza en Dios, Él lo ve todo y queda guardado en su Corazón. 

Dice el final del Salmo: "Pero tú ves las penas y los trabajos, tú miras y los tomas en tus manos". Con estos versículos tenemos que quedarnos: Dios lo ve todo y queda en su Corazón.

María Dolores, virgen consagrada, archidiócesis de Madrid 💘🙏🏻