domingo, 23 de julio de 2023

 *LA ESCUELA DEL ESPÍRITU SANTO* 

🕊️🕊️🙏🏻🙏🏻


23 de julio de 2023


El Evangelio de hoy nos presenta la parábola de la cizaña. 


Cuando hace años me enteré de lo que era la cizaña, me quedé muy sorprendida. Es una planta gramínea muy parecida al trigo, que crece junto a él como un "falso trigo", en realidad es una mala hierba.


En la parábola evangélica, el trigo nace de buena semilla, mientras que la cizaña la siembra el enemigo mientras duerme el dueño del campo.


Una vez que aparece la cizaña, el dueño del trigal aconseja que permanezcan juntos el trigo y la cizaña y que sean separados en la cosecha. 


Está claro que la cizaña representa al mal y, en este sentido, la parábola nos está indicando varias cosas sobre el mal:


 *Una.* Que en esta vida convivimos con él, tanto en nuestro propio interior como en lo que nos rodea.


 *Otra.* Que tenemos que estar atentos porque su apariencia a menudo es de bien (como el trigo y la cizaña, que se parecen).


 *Tercera cosa* . Tenemos que estar atentos también porque el trigo es fruto de buena semilla, sin embargo, la cizaña la siembra el enemigo mientras dormimos, es decir, que es el demonio el que aprovecha nuestros despistes para introducir desánimos, tentaciones, malos pensamientos... Sin embargo, siempre podemos reconocer al bien por sus buenos frutos.


Las lecturas primera y segunda de hoy y el Salmo nos hablan de cómo tenemos que comportarnos ante el mal. 


En este sentido, se nos dan valiosos consejos:


 *Uno.* Si pecamos, arrepentirnos, tal como dice el Libro de la Sabiduría:


 *"Diste a tus hijos la dulce esperanza de que, en el pecado, das lugar al arrepentimiento."* 


 *El otro consejo* que nos da la Escritura podemos verlo en la preciosa segunda lectura de la Carta de Pablo a los romanos. 


Ante el mal, dice la Palabra, si pecamos, el consejo es arrepentirnos. Y, SIEMPRE, invocar al Espíritu Santo. Así nos lo dice la preciosa segunda lectura de hoy:


 *"El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables."* 


 *Por último* , como nos dice el Salmo 85, tenemos que confiar siempre en la Misericordia de Dios:


 *"Tú, Señor, eres bueno y clemente,* 

 *rico en misericordia, con los que te invocan."* 


En definitiva, lo que se nos pide ante el mal es oración, prudencia, arrepentimiento y confianza en Dios. Y siempre invocar al Espíritu Santo.


María Dolores, virgen consagrada, archidiócesis de Madrid ❤️🙏🏻 

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